La puerta principal de la Casa Consistorial de Coirós da acceso a la consulta del médico, que es el alcalde. Cuando termina de atender a los pacientes sólo tiene que cruzar la puerta y ya está en el despacho de la Alcaldía, un espacio funcional y serio sin cuadros ni fotos, con un reloj de manecillas y otro digital que tiene una frase grabada: "El más grande". Francisco Quintela Requeijo hace veinte años que atiende la salud de los coirenses y diecisiete que se ocupa de darles servicios e infraestructuras.

-La mayor parte de los municipios del entorno pierden población pero Coirós aumenta y además pronto se construirá una urbanización de 88 viviendas.

-Debería crecer mucho más por la cantidad de licencias que estamos dando, más del 200% respecto a hace unos años. En cuatro o cinco años habrá un 30% o 40% más de población. Es un ayuntamiento de recreo, está muy cerca de A Coruña, tenemos muy buenas infraestructuras, un campo de fútbol de lo mejorcito de la provincia, piscina, pabellón, pista de tenis, un área recreativa preciosa...

-Un entorno natural notable.

-A Betanzos se la conoce en su mayor parte por cosas de Coirós. El coto de Chelo, A Espenuca y Os Caneiros es Coirós, no Betanzos. Hasta la tortilla salió de Coirós.

-El polígono industrial también habrá ayudado a este aumento de población.

-Sí, y eso que está todo vendido pero no todo construido. Se vendieron los 600.000 metros y si se construyesen 500.000 metros más se venderían en un mes porque me envían cartas empresas interesadas en venir. El polígono da vida a toda la comarca, no sólo a Coirós. Hay mucha gente de Betanzos trabajando aquí.

-¿Habrá ampliación?

-Tenemos otra zona al lado, pero lo tenemos en estudio.

-La cementera...

-La molienda de clínker.

-Bien, la molienda de clínker, tan polémica, ya funciona.

-Funciona con normalidad, no ha pasado nada como dijeron. Aún está en pruebas, estará en pleno funcionamiento en febrero. Alrededor de la cementera hay jardines y se van a poner manzanos, perales. Va a ser un paraíso, un vergel.

-Como médico, ¿certifica que no perjudica la salud de los vecinos más cercanos a la planta?

-Aquello fue una movida espectacular. Es una molienda, es eléctrico, no es combustión. Fue un problema político, una forma de atacar al alcalde; y un problema de empresa, las cementeras siempre son competencia. Todo se hizo de acuerdo a la ley. Ahora hay varios vecinos allí trabajando, incluso alguno que firmó en contra de la planta. Tengo que agradecer al grupo Martínez-Núñez la inversión que hicieron, la más grande del municipio, y que sea una de las mejores moliendas de Europa por su innovación tecnológica.

-Hay un centro de salud, pero mantiene la consulta en la Casa Consistorial.

-Coirós siempre fue atípico, aquí en la Casa del Concello siempre hubo consulta. Antes había más servicios aquí, ahora están enfrente, Servicios Sociales, Atención a la Mujer, la biblioteca...

-¿Y da abasto, compatibiliza bien la profesión de médico con el cargo de alcalde?

-No hay ningún tipo de problemas. Hago un paréntesis, igual que otros van a tomar café, si tienen que hablar con el alcalde lo paran, le hablan a la hora que quieran. Yo vivo de la medicina. Aparte, soy alcalde porque me votaron. Estoy dos horas y media de consulta y luego estar localizable. Aunque yo hago cinco o seis horas. Consulto en tres sitios distintos al día: aquí en el Concello, en el centro médico y en Ois. Y una vez a la semana en Queirís. Soy médico ambulante. En los demás centros de salud piden vez para consulta y yo consulto todos los días a todos, sin pedir vez.

-¿Ser médico ayuda a tener éxito en la política, por eso de que todos te conocen y te están agradecidos por atender su salud?

-Si quieres dedicarte a la política tienes que ser conocido, si no te conocen no te vota nadie, puedes ser un tío maravilloso pero si no te conocen... El problema es cuando quieren manipular. Dependemos de los políticos de turno. La gente se pelea por ir en las listas porque quien está tiene la vida resuelta unos años.

-Lleva de alcalde, siempre en mayoría, desde 1991. ¿Piensa en la jubilación?

-No pienso en eso. Según la vida como vaya. Si entré sin pensarlo, también saldré sin pensarlo, cuando me dé la gana. Luego si me quieren echar, que sea cuando quieran los votantes, que son los que tienen siempre la última palabra.