Tania Suárez.A Coruña

Los empleados de Cespa, la filial de la constructora Ferrovial y concesionaria del servicio de limpieza en A Coruña, convocaron ayer una huelga indefinida de recogida de basuras para el próximo 3 de marzo. Los asistentes a la asamblea organizada por los sindicatos y el comité de empresa apoyaron casi por unanimidad la propuesta de los representantes de los trabajadores, quienes confían en que la amenaza de dejar de recoger los desperdicios provoque que la empresa mejore el convenio que oferta.

Los empleados recalcaron durante la reunión celebrada ayer en el edificio de los sindicatos que no están dispuestos a aceptar el incremento salarial que les propone la empresa -12 euros mensuales durante 2008-. "El convenio que pusieron sobre la mesa es irrisorio y denigrante. Presentan contraofertas que nada tienen que ver con las demandas de los trabajadores", subrayó el presidente del comité de empresa, Miguel Ángel Sánchez, quien resaltó el hecho de que los salarios de los operarios de la limpieza en A Coruña están "muy por debajo" de los que cobran las personas que realizan su mismo trabajo en otras ciudades gallegas.

Los empleados de Cespa perciben 889 euros al mes y exigen a la empresa que incremente su salario en 50 euros mensuales. El presidente del comité recordó que la concesionaria del servicio municipal de limpieza donó recientemente a la Orquesta Sinfónica de Galicia y al Concello para la celebración de los 800 años de la ciudad unos 170.000 euros. "Es la misma cantidad que pedimos que nos aumenten", aseguró.

Cespa ofrece un incremento salarial del 0,5 sobre el IPC y 100 euros anuales, mientras que los trabajadores solicitan un aumento del 4% sobre el salario base

-890euros-, un plus de nocturnidad de un 25% y un plus de toxicidad de un 22%. En total, exigen cobrar unos 600 euros más al año.

Los operarios destacaron durante la asamblea, a la que asistieron más de 250 trabajadores, su rechazo a que un médico contratado por la empresa sea el encargado de proporcionarles las bajas. "Es un control férreo que prácticamente supone un arresto ferroviario", dijo Sánchez.

Otra de las condiciones del convenio ofertado por la empresa con la que los asistentes a la asamblea se mostraron en desacuerdo fue con la norma de que los operarios tienen que jubilarse forzosamente a los 65 años.

Además, los trabajadores exigen que se incremente la plantilla en unas 50 o 60 personas. Los asistentes a la reunión recalcaron el hecho de que Cespa presentase la oferta más baja -8,62 millones- de las cuatro constructoras que aspiran a la adjudicación del servicio municipal de limpieza viaria. La actual concesionaria realizó la propuesta de menor cuantía para tratar de renovar la actual concesión, que expira el 18 de marzo. "Ellos ahora tienen el miedo en el cuerpo por si pierden la limpieza viaria. Aún así siguen riéndose de los trabajadores. No entendemos su postura, pero esta huelga la vamos a ganar", comentó el representante de CCOO, Enrique Yanes.

Los representantes sindicales anunciaron que hasta el 3 de marzo continuarán escuchando las propuestas de la empresa y no descartan llegar a un acuerdo. La última huelga de recogida de basura en la ciudad se produjo hace nueve años. Los operarios de la limpieza recogen a diario 380 toneladas de residuos, por lo que un paro indefinido provocaría que se acumulasen en las calles miles de toneladas de basura.

En 2001 la negociación entre los trabajadores y la empresa también fue tensa. Los empleados amenazaron con convocar una huelga indefinida, pero finalmente lograron llegar a un acuerdo antes de que se produjese el paro. El último convenio lo firmaron Cespa y los trabajadores en 2003 y expiró en diciembre de 2007. Por el momento, este último acuerdo es el que rige los derechos de los empleados de la concesionaria de limpieza.