Una recopilación de diez discos resume la filmografía de este actor, que hizo de sus gafas su marca de distinción y que destacó sobre otras leyendas del cine mudo por "su calor humano, que trascendía la pantalla, y por el sentimiento de simpatía que despertaba en el espectador", ha apuntado hoy a Efe su nieta Suzanne.

Ella es la encargada de gestionar el legado fílmico de Harold Lloyd y la responsable de que esta cuidada edición llegue ahora al público.

La colección de Harold Lloyd, que mañana sale a la venta, se edita en formato DVD con diez discos que incluyen 29 de sus mejores títulos y material adicional que completa las más de 24 horas de grabación.

Además completa este lanzamiento una edición especial en la que también se incluye un libro de más de cien páginas de extensión con información del actor y fotografías de archivo.

Han sido diez años de espera por parte de Suzanne Lloyd, que ha aguardado a tener los derechos de todas las películas de su abuelo para "hacer un lavado de cara" y poder reivindicar con el cuidado adecuado la herencia de Harold Lloyd, nacido en 1893.

Un tiempo que le ha servido para llevar a cabo la labor de restauración, digitalización e inclusión de bandas sonoras necesaria para muchos de los títulos, con la ayuda de la universidad estadounidense UCLA y tras el acuerdo llegado con el canal de televisión especializado TCM, explica la propia Suzanne Lloyd.

Harold Lloyd también destacó en los primeros años del arte del cine por su temeridad. Rodaba escenas de acción con los efectos especiales que permitían los avances tecnológicos de la década de los 20, que eran prácticamente nulos, por lo que el riesgo que infería su carrera tuvo sus consecuencias cuando una bomba explotó en una de sus manos, lo que hizo que el intérprete luciera desde entonces un guante para que su mutilación no resintiera la capacidad cómica de sus personajes.

Para llegar a hacerse un nombre en la industria, Harold Lloyd tuvo que interpretar en sus inicios personajes que recordaban en exceso al Charlot de Charles Chaplin y que, por tanto, no incidieron en la memoria colectiva del espectador.

Fue el "glass character" ("el personaje de las gafas") el que marcó la diferencia y el que le convirtió en "el padre de la comedia romántica, cuya influencia aún se manifiesta hoy día en este género", ha destacado Suzanne Lloyd.

Para ella, que se crió con su abuelo hasta su fallecimiento en 1971, el actor, además de ser el genio de una industria incipiente, era un hombre que "se aseguró que su nieta conociera otras culturas" por medio de continuos viajes que han enriquecido sus recuerdos.