Liliana Godia, hija del que fuera empresario, coleccionista y deportista de fórmula 1 en los años 50 Francisco Godia, ha explicado hoy en la presentación que la Fundación que lleva el nombre de su padre es "de las pocas de Europa y América que tienen una representación de todos los períodos del arte, desde la Edad Media hasta el siglo XXI".

La colección cuenta con 1.500 piezas de arte, de las cuales se exhiben un 20% en la exposición inaugural de la nueva sede, ochenta de ellas inéditas.

En la planta noble, un lugar destacado de esta sede, remodelada por el arquitecto Jordi Garcés, se pueden contemplar los "tesoros" de la colección: las vírgenes románicas, la "Virgen de la Leche", atribuida a Llorenç Saragossa, la "María Magdalena" de Jaume Huguet, la "Piedad" de Alejo de Vahía.

En estas primeras salas, dedicadas al arte medieval, se exhiben una extraordinaria colección de tallas policromadas de la escuela catalana y leonesa y, a continuación, pintura sobre tabla, con las obras maestras de Juan de Sevilla y Lluís Borrassà.

En muchos de estos espacios, la escultura y pintura medieval se presenta junto a piezas de cerámica hispanoárabe: jarrones y platos de Manises y Paterna de la misma época.

El Barroco está representado por cuadros de Juan Van der Hamen, Luca Giordano, Eugenio Lucas y Zurbarán.

Ilustra el arte del novecientos cuadros como "En el hipódromo" (1899-1901), de Ramon Casas; "Bueyes y barca" (1908), de Sorolla; la decoración de Joaquim Mir para la casa Trinxet, de 1903; y una serie de piezas de Isidre Nonell, Francesc Gimeno, Santiago Rusiñol, Eliseu Meifrén y Ricard Opisso, coetáneas a la construcción del edificio.

En la planta cero, dedicada al arte moderno y contemporáneo, se exhiben cuadros de Picasso, Miró, Tàpies y Barceló, una mirada de finales del siglo XX que se completa en la terraza interior con una instalación realizada para esta ocasión por Cristina Iglesias.

En su nueva etapa, la Fundación contará, según ha anunciado su directora, Sara Puig, con una exposición permanente y organizará dos muestras temporales anuales dedicadas a presentar la aportación del coleccionismo privado a la recuperación y el estudio de distintos estilos y períodos artísticos.

En la que será sala de exposiciones temporales se muestran ahora piezas de Joaquim Sunyer, Ricard Canals, Picasso, Joan Ponç o Antoni Clavé, que pertenecieron a la colección privada de Francisco Godia.

Además, se exponen nuevas adquisiciones de la Fundación, que bajo la presidencia de Liliana Godia se ha abierto hacia el arte de vanguardia y los artistas modernos, entre ellas cuadros de Lucio Fontana, Piero Manzoni, Eduardo Chillida, Julio González, Torres-García, René Magritte, Karel Appel, Miquel Barceló y Tàpies.

En la misma planta baja, el visitante puede contemplar el Maserati 250 F con el que Francisco Godia fue sexto en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de 1956, y el Ford GT40 con el que ganó las Seis Horas de Montjuïc en Barcelona en 1968.

La intervención del arquitecto Jordi Garcés ha sido respetuosa con el edificio, construido entre 1899 y 1905 por Enric Sagnier, que posee una planta noble de 750 metros cuadrados abierta a un gran patio y una planta baja con pilares de hierro fundido y una majestuosa escalera de mármol cubierta por una cúpula de cristal de colores.

La restauración ha permitido asimismo, comenta Garcés, "recuperar la policromía original y la decoración de las salas nobles de la casa, que habían desaparecido a lo largo de los años".