-¿Se ha hecho con el despacho?

-En eso estoy, es una locura.

-¿Cuándo le propusieron ser conselleiro?

-El presidente me llamó a Nueva York, no sé a través de quién, para decirme que quería entrevistarme. Vine a verle, le conté lo que había hecho y lo que me gustaría hacer y el pasado viernes por la noche me lo comunicó oficialmente.

-¿Tardó en pensarlo?

-Dije que sí inmediatamente. Lo acepté porque es un reto, un trabajo que me gusta mucho y tenía ganas de volver a Galicia.

-¿Más de 30 años fuera?

-No, llevo veinte años fuera.

-¿Y viniendo cada verano?

-Claro, y tengo mi familia aquí. Jamás dejé de ser gallego.

-¿Ni de hablar gallego?

-El gallego es mi lengua materna, lo hablo con toda soltura. Es un gallego de O Salnés y me sale de forma automática porque es la lengua que hablo con mi familia. Aprendí a hablar en castellano cuando ya tenía mis años.

-Habla inglés, francés, alemán...

-El inglés y el francés son lenguas obligatorias para entrar en la carrera diplomática, por tanto las hablo. El alemán también lo hablaba y luego viví en Bonn cinco años.

-¿Le serán útiles ahora?

-Yo creo que sí. Es importante lanzar Galicia al exterior y ayuda muchísimo el contacto directo con el interlocutor. Siempre es mejor hablar con agencias extranjeras o con museos e instituciones en su propio idioma que necesitar de un traductor. Eso facilita muchísimo las cosas. El idioma siempre es una riqueza, nunca sobra.

-¿El gallego tampoco?

-En absoluto. Respondo sin problema según me hablen. Soy bilingüe en este aspecto y creo que es lo que tiene que ser.

-En su estancia en Nueva York tuvo ocasión de relacionarse con artistas españoles, algunos gallegos, y con grandes museos. Esos contactos le vendrán bien ahora.

-Mantuve muchos contactos. A través del consulado participé en varias exposiciones del MOMA, del Metropolitan y del museo del barrio, que es el Museo Latino. Y vinculado a Galicia, destacaría una actuación con música de los archivos de la catedral de Santiago que se hizo en el museo Metropolitan, o la participación de Galicia en el proyecto Ciudad de la Cultura en el MOMA, en una exposición muy importante sobre arquitectura hecha en España, en la que figuraba el proyecto de Peter Eisenman.

-¿Ya habló con Eisenman?

-Lo conocí en Nueva York y hablé con él, pero no desde mi incorporación. Supongo que pronto tendremos que hablar.

-La Cidade da Cultura va a acaparar, por fuerza, buena parte de su trabajo.

-Es de los temas que más me apasionan. Sé que es un reto, que nació de una forma difícil, que hubo años de indecisión, pero me gustaría crear una visión de lo que queremos que sea. No se puede hacer que un proyecto de esa envergadura sin no hay una verdadera visión.

-¿Usted la tiene ya?

-Más o menos. Estoy trabajando para concretarla, y quiero hacerlo con calma. Segundo, es necesario escuchar a todos y ver las ideas que hay, y tercero, hay que establecer un calendario pragmático y de acuerdo con la realidad. Es decir, en este momento de crisis, habrá que reducir el gasto. Y lo más importante, quiero que los gallegos empecemos a querer a la Cidade da Cultura y empecemos a ilusionarnos con el proyecto. Cuando lo mencionas, la gente se echa las manos a la cabeza. Es cierto que es un proyecto muy ambicioso pero no podemos volvernos atrás, hay que seguir hacia adelante y para eso es necesario que la gente se ilusione con el proyecto. No sólo vamos a hacer una campaña internacional para crear un objeto de cultura que sea utilizado para el turismo y tenga un rendimiento económico, sino también para que los gallegos lo sientan como un proyecto de todos.

-¿Habló ya con Urgoiti, el presidente de la Fundación Gaiás?

-No. Llevo dos días aquí, me han llamado 230 personas, estoy un poquito agobiado. Es de las primeras personas a las que voy a llamar.

-¿Llamaría a algún experto aunque no fuese gallego, para dirigir la Cidade da Cultura?

-Yo creo que sí, yo creo que hay que perder eso de que tenga que ser todo gallego. No veo la razón por la cual no podría ser; lo importante es que eso salga adelante, no sé cómo será, todavía no lo pensé ni lo hablé con el presidente. Lo que sí sé son los principios básicos de lo que quiero que sea.

-Da la impresión de que va a darle la vuelta como un calcetín.

-No, no, no, en absoluto. No pienso darle la vuelta a nada, sólo voy a imprimir mis principios generales sobre cómo debe ser la política cultural en Galicia para la promoción y la difusión de la cultura gallega a todo el mundo. Lo que esté funcionando bien se quedará como está, si se adapta a los objetivos de este Gobierno. Se trata de mejorar, no de empezar de nuevo. Lo dejó bien claro el presidente, no venimos aquí a destruir nada, sino simplemente a darle una orientación nueva, que es lo que los gallegos han querido. Es decir, cuestiones de bilingüismo, de pluralidad, de no dirigismo intelectual, de apertura... A mí el concepto que me gusta es el de la cultura hecha en Galicia, no de la cultura gallega, porque la cultura gallega está muy bien pero limita un poco.

-Uno de sus afanes en Nueva York era proyectar una cultura moderna, sin flamenco ni gaitas.

-La gaita es un instrumento de nuestra cultura popular fundamental y cuando alguien escucha una gaita nunca deja de emocionarse. Yo me refería a la gaita como elemento tópico de Galicia. Hay más que gaitas en Galicia, hay pianistas gallegos extraordinarios... Tenemos la catedral pero también tendremos la Cidade da Cultura. Hay que combinar tradición y pasado con el futuro y la innovación.

-Llega con una imagen de persona cosmopolita, mundana...

-Cosmopolita, sí; mundana, no.

-En el BNG, partido al que pertenece su antecesora, está proscrito el cosmopolitismo.

-Me parece muy bien, yo no puedo hacer nada. Tengo todos mis respeto por las opiniones de otros, incluido el Bloque. Su visión de Galicia parece que no gustó, puesto que perdió las elecciones.

-¿Se hará del PP?

-No. Soy independiente. No tengo carné del PP pero asumo el 100% del programa del PP y de lo que me diga el presidente. Es mi compromiso. Soy consciente de que trabajo para un gobierno que nació del PP, al cual estoy muy agradecido por ponerme aquí.

-¿La música es Wagner?

-Es uno de mis grandes ídolos, pero otro de mis grandes ídolos es Bob Dylan.

-¿Ya levantó la casa de Nueva York?

-Que va, que va, ahí se queda la casa hasta que tenga un minuto para llamar a alguien y me la recoja. Yo no puedo ir, no puedo moverme de aquí.