El cáncer arrebató al cine estadounidense uno de los rostros más populares de finales del siglo XX, Patrick Swazye, y volvió a poner de luto a Hollywood.

El actor murió ayer en Los Ángeles a los 57 años víctima de un tumor en el páncreas y tras 20 meses de lucha contra la enfermedad, una noticia que entristeció a sus colegas de profesión, especialmente a quienes trabajaron con él.

"No tenía miedo e insistía siempre en hacer sus propias escenas de riesgo, así que no me sorprendió que la guerra que tuvo con el su cáncer fuese tan valerosa y digna", comentó a US Magazine la actriz Jennifer Grey, que protagonizó con Swayze Dirty Dancing (1987), uno de los mayores éxitos de su carrera.

"Cuando pienso en él, estoy en sus brazos, bailando, como cuando éramos jóvenes, causando sensación con esa pequeña película que pensábamos que nadie vería", añadió Grey, de 49 años.

El gran amor de Swayze en Ghost (1990), Demi Moore, manifestó su cariño por el intérprete cuya "luz siempre brillará en nuestras vidas", y recurrió a una parte del diálogo del filme en el que trabajaron juntos.

"En palabras de Sam (Swayze) a Molly (Moore): 'Esto es increíble Molly. El amor que sientes te lo llevas contigo", dijo Moore en la red social de internet Twitter, para terminar con un: "Te echaré de menos".

La actriz Whoopi Goldberg, otra de sus compañeras de reparto en Ghost, aseguró que cree en el mensaje de esa película, en la que el amor era más fuerte que la muerte. "El siempre estará cerca", afirmó Goldberg.

Swayze hizo pública su enfermedad en marzo de 2008, dos meses después de conocer el diagnóstico médico, con la disposición de aferrarse a la vida con uñas y dientes sin perder la esperanza y sometiéndose tanto a quimioterapia como a tratamientos experimentales.

En una entrevista emitida por televisión el pasado mes de enero, el actor reconoció no obstante que tenía pocas probabilidades de superar los dos años de vida.

A pesar de los malos augurios, y de que la tasa de supervivencia para el cáncer de páncreas ronda el 5 por ciento, Swayze continuó activo.

El actor protagonizó la serie The Beast en la que encarnó a un agente del FBI, tuvo su último papel cinematográfico en la película Powder Blue -estrenada en mayo en DVD- y participó en la banda sonora de Days of Summer, que llegó a la cartelera de EEUU en julio. El adiós de Swayze, que algunos medios sensacionalistas llevaban anticipando durante los últimos meses, es el último en sacudir los cimientos de Hollywood este año, en el que el cáncer fue la causa de la muerte del "ángel de Charlie" Farrah Fawcett, de la "chica de oro" Bea Arthur o del productor de X-Files Kim Manners.

Un tumor fue también lo que llevó a la muerte en marzo al compositor ganador de un Oscar por Dr. Zhivago (1965), Maurice Jarre, al actor James Whitmore (Give'em Hell, Harry!, 1975), candidato a dos estatuillas, y al intérprete de Fargo (1996), Harve Presnell.

Fawcett, quien fuera un icono de belleza en la década de los 70, falleció en junio por un tumor anal que se había extendido al hígado y que dejó abatido al actor de Love Story (1970) y su pareja durante años, Ryan O'Neal. La actriz había incluso grabado un documental sobre su lucha contra el cáncer, una batalla que se resistía a perder. "No quiero morir de esta enfermedad. Así que le digo a Dios que realmente es hora para un milagro", afirmó Fawcett. En 2008 el cáncer acabó con Paul Newman, como años antes había hecho con otras grandes figuras de la historia del cine.

Bette Davis, Humphrey Bogart, John Wayne, Gary Cooper o Robert Mitchum fueron víctimas de diferentes tipos de cáncer. En 2009 también perdieron la vida por otras causas David Carradine, Natasha Richardson y Ricardo Montalbán.