El Nobel de Literatura José Saramago ha acusado al papa Benedicto XVI de "cinismo" y ha dicho que a la "insolencia reaccionaria" de la Iglesia católica hay que responder con la "insolencia de la inteligencia viva, del buen sentido, de la palabra responsable".

"Que Ratzinger tenga el valor de invocar a Dios para reforzar su neomedievalismo universal, a un Dios que jamás ha visto, con el que nunca se ha sentado a tomar un café, demuestra solamente el absoluto cinismo intelectual del personaje", dijo Saramago en un coloquio con el filósofo italiano Paolo Flores D'Arcais. El Nobel aseveró que "no podemos permitir que la verdad sea ofendida todos los días por presuntos representantes de Dios en la tierra a los que en realidad sólo interesa el poder". Según el autor, "a la Iglesia le importa poco el destino de las almas y lo que siempre ha buscado es el control de sus cuerpos".