Al cantante británico le apetecía actuar en México y ningún escenario le pareció más atractivo que la pirámide de Chinchen Itza. Un lugar sagrado para los mayas donde también han actúado Plácido Domingo, Pavarotti y Sara Brighman.

Las ruinas arqueológicas previo agradecimiento de las autoridades locales a los dioses, fueron testigo de un concierto del británico que reunió a unas 5.000 personas. Días antes 3 trabajadores resultaron heridos al instalar el escenario.