No exagera Alice Cooper cuando asegura que él es lo opuesto a Alice Cooper. El ciudadano Vincent Damon Furnier, nacido en Michigan (EEUU) hace 62 años, poco tiene que ver con el personaje escénico que -según la leyenda- descuartiza pollos vivos y juega en el escenario con guillotinas, sillas eléctricas, sangre -de mentira- y boas constrictor. Al teléfono se pone un tipo amable y educado que ha recuperado su fe cristiana -aunque no le guste predicarlo- y abandonado el vicio de la bebida.

-¿Qué se puede adelantar del espectáculo de Santiago sin revelar ninguna sorpresa?

-Tocamos 28 canciones, y cada una de ellas es un número teatral. Tratamos de sorprender a la audiencia toda la noche, y como has dicho, no queremos adelantar ninguna sorpresa, pero es un espectáculo en el que el público no tiene ni un momento de respiro. Son 90 minutos de pura energía.

-En una anterior gira de Alice Cooper, a Britney Spears, representada por su hija, Calico Cooper, le cortaban la cabeza en el escenario. ¿A quién le cortaría la cabeza ahora? ¿Tal vez a Lady Gaga o a Justin Bieber?

-Respeto realmente a Lady Gaga. Pero puede que a algún cantante de country & western sí que le cortaríamos la cabeza.... (risas). Toda esta gente, lo que quiera que hagan, deben de hacerlo muy bien, porque tienen un montón de seguidores. Justin Bieber, cualquiera que sea su público, tiene que ser muy bueno en lo que hace porque tiene muchos fans (ríe). Nunca he escuchado ninguna de sus canciones, así que ni siquiera sé lo que hace.

-Usted se ha declarado un gran fan de los Yardbirds, la banda de los sesenta en la que militó Eric Clapton y también Jeff Beck y Jimmy Page. Clapton combatió su adicción al alcohol con su gran afición a la pesca, y usted ha hecho lo mismo con el golf...

-Sí. Cuando dejé de beber necesitaba algo que ocupara ese tiempo. Para mí fue un gran reto. Tenía mucho tiempo libre, y cinco horas de golf al día eran perfectas para ello. No tenía ni idea de que iba a convertirme en un muy buen jugador hasta que lo practiqué todos los días. Juego unas trescientas veces al año, casi todos los días.

-Seguro que encuentra un buen campo de golf cerca de Santiago. Ya sabe que esta es la parte escocesa y verde de España.

-Sí, naturalmente, estamos deseando jugar allí. Empezamos (la gira española) en Barcelona, y creo que el tiempo va a ser bueno allí.

-Usted lleva casado 35 años, tiene hijos y hoy en día es una estrella del rock muy respetada. ¿Le gustaría protagonizar un reality show familiar como el de su amigo Ozzy Osbourne?

-¡De ninguna manera! El único momento en el que pido un poco de privacidad es cuando estoy en casa. Lo último que quiero es que llenen mi casa de cámaras (ríe). Cuando estoy de gira hay cámaras donde quiera que voy, así que cuando llego a casa no las quiero allí. Si participase en algún programa, sería algo con guión, un drama o una comedia. Pero los reality me aburren, no creo que sean algo divertido.

-Hablando de televisión, muchos melómanos están descontentos porque ya no ponen música en la MTV, solamente reality shows. Y en la radio ya casi no ponen rock de verdad. ¿Le resulta frustrante esa situación?

-Bueno, tengo un programa de radio de cinco horas, cinco días a la semana. Pongo rock y pincho The Yardbirds, The Who y todas las bandas de hard rock. Pero tienes razón, eso ocurre, en general, en la radio musical. Es muy triste que hayan dejado que sea un ordenador el que maneje la radio. Cuando entregamos la radio a los ordenadores dejamos de lado el factor humano. ¡Ni siquiera hay nadie en la emisora, todo lo maneja una máquina! Simplemente no lo entiendo. -Para la portada de su álbum de debut, Pretties for you (1969), iba a utilizar una pintura de Salvador Dalí, pero luego usaron un cuadro que colgaba del cuarto de estar de la casa de Frank Zappa...

-Sí, usamos un cuadro de Ed Beardsley. Intentamos utilizar el de Salvador Dalí, pero no pudimos obtener nunca el permiso, así que utilizamos el cuadro de la sala de estar de Frank Zappa. Ese fue Pretties for you, pero más tarde, en el álbum DaDa (1983), la portada es un fragmento de una pintura de Dalí.

-Llegó incluso a conocer a Dalí personalmente...

-Oh, sí, trabajé durante una semana con él en un proyecto artístico. Se trataba del primer holograma en movimiento, y compartimos un estudio esa semana.

-¿Ejerció Dalí alguna influencia en su música o en su personaje escénico?

-Cuando Dalí vio nuestro espectáculo dijo que era 'muy surrealista', y que se parecía bastante a sus cuadros. Antes de formar parte de un grupo de rock éramos todos estudiantes de arte y seguidores de Salvador Dalí. Cuando tuvimos la oportunidad de trabajar con él fue uno de los mayores cumplidos que podíamos recibir. Trabajar con el gran Salvador Dalí era comparable a hacerlo con los Beatles. En la vida no hay muchas oportunidades como esa.

-Ha participado en varios anuncios para la televisión, en monólogos y en la película de humor terrorífico Suck, el año pasado. ¿Alguna vez se ha planteado dejar la música y centrarse en su carrera como actor?

-No. La música es lo que hago, lo que se me da bien. Me gusta hacer de actor de vez en cuando y me divierte, pero hacer anuncios, televisión y cine es más como un hobby para mí. Nunca me he considerado a mí mismo un actor serio. Si lo hiciera dejaría la música y estudiaría interpretación. Si alguien me ofrece un buen papel en una película cómica o de terror, lo haré, pero nunca he pensado en cambiar una cosa por la otra.

-Una vez dijo que Elvis Presley debería haber muerto en un Ferrari, a 300 kilómetros por hora, con una rubia a su lado, y no drogado en un cuarto de baño...

-Es cierto.

-Si pudiera elegir una forma de morir, ¿sería en el escenario o en otra circunstancia?

-Ummm? Podría resultar adecuado que la guillotina resbalara y me cortase la cabeza de verdad (risas). Si tienes que morir, hazlo ante tu público? O mientras duermes: sería bonito quedarse dormido, tener un agradable sueño y despertarse en el cielo.