Román Gubern (Barcelona, 1934) suma medio siglo escribiendo de cine e impartiendo clases y conferencias en medio mundo. Guionista y miembro fundador del Institut del Cinema Català, ha sido presidente de la Asociación Española de Historiadores del Cine y ha formado parte del jurado de festivales tan prestigiosos como los de San Sebastián o Mar del Plata.

-¿Usted también corona El discurso del rey?

-Es una buena película, aunque tradicional, y como tal, conservadora. El suyo es un premio a lo obvio, al buen oficio. En El cisne negro hay más inventiva; sin ser novedosa, me parece más atrevida e innovadora. Los Oscar nunca han sido vanguardistas, Hollywood es la industria del establishment.

-¿Y nada más?

-La inventiva del cine moderno también está en Hollywood. La película de los hermanos Coen (Valor de ley, diez nominaciones, ningún Oscar) es un clásico con una mirada que renueva y regenera un género dado por difunto, el western.

-¿Bardem también le tiene conquistado?

-Es una gran estrella por mérito propio. Tanto en No es país para viejos como en Biutiful desarrolla unos papeles extraordinarios. Bardem tiene un registro muy amplio, aunque escorado a un cierto tremendismo. Lo hace mejor que su esposa. Voté por él en los Goya.

-¿Para quién reservó su voto a la mejor película?

-Para Pa negre. El de mejor realización se lo di a otro. La rumorología dice que solo vota el 30% de los académicos. El resto, por pereza o porque no ve las películas, no vota. Me decidí por la de Villaronga porque refleja una época dura, la del franquismo, que viví; y porque está bien dirigida, bien interpretada y bien argumentada.

-Su triunfo servirá para que muchos descubran a Villaronga.

-Villaronga ya demostró que era un director con talento con su primera película, Tras el cristal, un filme extremadamente atrevido, fuerte y transgresor. Luego hizo otras películas no tan notables.

-¿Existe un lobby catalán? -Se ha dicho que los cineastas catalanes votaron disciplinadamente en bloque. Yo vivo en Cataluña, soy miembro de la Academia y votante, y a mí nadie me presionó.

-¿La ley Sinde es un buen principio? -Yo también soy un damnificado por la piratería. Tengo libros que estaban vivos y han dejado de venderse por estar en la Red. Me han robado los derechos de autor. Los dos países del mundo que más piratean son Corea del Sur y España. En Estados Unidos, si pirateas vas directo a la cárcel. Yo también soy internauta y usuario, pero no para robar a los demás.

-¿No salir en la tele es hoy un signo de distinción?

-La frase de Umberto Eco sigue vigente. Con tanta oferta una de las razones de la banalización de la cultura de masas es gritar mucho para dejarse oír. Telecinco es el paradigma. Y ahora nos dicen que la TDT es una gran catarata de oferta diversificada... Yo solo veo tarots y teletiendas. La gran expectación científica que surgió con la televisión ha acabado en manos de titiriteros. Hoy, un 75% de lo que se ve en televisión es basura y un 25%, calidad.

-¿Ve ridículo multar a un actor por fumar en un escenario?

-Me parece una chorrada descomunal. Es confundir la vida con la representación de la vida. Encima de un escenario se fingen atracos, adulterios y asesinatos que no se dan en la vida real. Después del franquismo, vuelve el neopuritanismo. Y cuenta con Rouco Varela, que no me cae nada simpático.