¿En qué consiste exactamente el proyecto musical y solidario Dame vida que usted ha puesto en marcha?

Se trata de la puesta en marcha de una acción mundial que busca unir el deporte y la música. Adoro el deporte y toda mi vida lo he practicado. De hecho, quién sabe si de no haberme dedicado a la música ahora mismo estaría dando balonazos en algún equipo. ¿A lo mejor hasta con el jeque, dedicando mis goles al Frente Boquerón? (bromea). Dame vida quiere llevar luz a lugares donde hay tanta oscuridad como Haití o las regiones más pobres de África. Es importante que todos, músicos incluidos, demos ejemplo a la juventud a través de los valores que promueve el deporte.

Un deporte que mueve tanto dinero como el fútbol, ¿es compatible con una acción benéfica que lucha contra las injusticias?

Al revés. Ayuda quien más puede. Los futbolistas suelen ser gente muy generosa, precisamente porque pueden contribuir más que cualquier otro.

¿Cree que los espectáculos de lucha libre que a veces se ven en los partidos de fútbol son un buen ejemplo para la juventud?

Claro que no da una buena imagen, pero intuyo que no es fácil soportar la presión de un Mourinho o de un Guardiola. El deporte tiene valores preciosos, pero las «tanganascadas» son inadmisibles.

Su estilo es muy ecléctico, ¿qué etiqueta podríamos ponerle?

Realmente no lo sé. Hace unos días, un periodista me etiquetó de «conceptista» y la verdad es que me gustó. Creo que hago música a través de conceptos y por eso precisamente creo que mi estilo nunca será definitivo. Si quieres podemos llamarlo poprock con aires latinos o incluso rock con cierto aire flamenco.

En este álbum incluye un tema en ruso pero por más que lo intento, no entiendo nada de lo que dice. ¿Me lo puede explicar?

(Risas) Tampoco es un texto de Chéjov. No hay que darle muchas vueltas. Simplemente significa «Qué ojos tan bonitos tienes». Me gusta siempre reservar un tema en otro idioma en cada álbum. En esta ocasión le ha tocado al ruso. Además, lo quisimos acompañar de instrumentos típicos de este país tan interesante y combinarlo con melodías de violín pero mucho más potentes. Me encanta sentir que puedo jugar con mis discos.

Usted antes era un rockero de pro. ¿Qué conserva de su etapa como vocalista del grupo de metal Sugarless?

Conservo muchas cosas, sobre todo la actitud guerrillera y luchadora de aquellos años. Creo que no es más rockero el que lleva más tatuajes. De hecho, conozco a muchos rockeros que visten con traje y a muchos tatuados que no tienen nada de rock and roll.