La creación de una Fundación para difundir el legado y la obra del escritor Miguel Delibes no hubiera sido posible en vida del Premio Cervantes vallisoletano, según afirmó ayer su hija Elisa, quien recordó la forma de ser de su padre nada dada a pedir y a intervenir en actos públicos.

Le gustaba poco intervenir y si salía dos días seguidos en los medios se "encerraba", decía que "no estaba para nadie" y que "cogía asco", refirió su hija y presidenta de la Fundación Miguel Delibes, en un desayuno con la Agencia Efe que tuvo como escenario el Museo del Patio Herreriano de Valladolid. El encuentro propició una charla distendida con Elisa más sobre el Delibes padre que sobre el Delibes escritor, sobre su "sentido del humor enorme", su agudeza e inteligencia, su visión de artista, que tenía claro "lo que le gustaba o no en el mundo del arte".

La familia y la propia Elisa, que ocupa desde hace treinta años un piso encima del de su padre, no se han atrevido aún a cerrar la escalera de caracol que comunica las dos viviendas, por el dolor que esto llevaría implícito, cuando el pasado 12 de marzo se cumplió un año de su muerte. Ese mismo día se constituyó ante notario la Fundación y próximamente, el 17 de octubre, cuando Delibes hubiera cumplido los 91 años, se presentará formalmente con la presidencia de los Príncipes de Asturias y el objetivo por delante de "que quede algo para el futuro", sin "absolutamente ninguna otra pretensión".

"Si lo hacemos es porque de alguna manera nos lo agradecería", argumentó Elisa Delibes, quien reconoció que les agobia un poco poner en marcha esta Fundación, que "parece" que les queda "un poco grande", aunque consideró que sería "muy dejado" por su parte no dar respuesta a algo que les han "puesto en bandeja". "Parece un poco una deuda".

La Fundación espera ser lo "más internacional" posible, con el objetivo de difundir tanto la vida como la obra de Delibes como los valores que defendió, como el humanismo cristiano, la libertad, la justicia social, la solidaridad, el periodismo responsable o la conservación de la naturaleza. Con un presupuesto de 300.000 euros para el 2012, la Fundación tiene ya preparados un congreso en Brasil, exposiciones, concursos de pintura, y poco a poco digitalizar los originales del autor, de los que la familia conserva unos 27 de 40, ya que Delibes, según su hija, "no daba mucha importancia" a los manuscritos.