"Todos tendemos a escribir así y solo alguien como Lois Pereiro lo consigue". Así finalizó su ponencia sobre el poeta monfortino al que este año se le dedicó el Día das Letras Galegas otro poeta, el catalán Pere Gimferrer, que fue el encargado de impartir la lección inaugural del congreso dedicado a su figura. Según el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, el encuentro que se inició ayer en Santiago y se cerrará mañana en A Coruña, en la sede de la Real Academia Galega, organizadora del simposio, "supone el perfecto colofón a un gran año de homenaje". Después de que Xosé Luís Méndez Ferrín, director de la RAG, constatase que más de la mitad de los ponentes del congreso son, como Pereiro, poetas, Gimferrer tomó la palabra para ensalzar el gran logro del monfortino, aquel al que deben aspirar quienes se dejan arrastrar por las mismas musas: encontrar una voz propia que se impone por encima de su propia biografía.

"Una vez suscitada la voz poética y autónoma, esa es la suprema dignidad del poeta", señaló, para explicar que, pese a que los versos de Pereiro "son una proyección de su mirada", al final la "vida personal del poeta se subordina a la creación y a la dinámica de su obra literaria", una obra que caracterizó por su "variedad" y, sobre todo, por una "intensidad extraordinaria" que se aprecia en cada "línea".

Gimferrer, que buscó y descartó paralelismos entre el escritor gallego y autores como Dylan Thomas, Rimbaud, o Panero, resaltó que, en el caso de Pereiro, "aunque la parte biográfica sea muy llamativa, porque lo fue, no es un caso de malditismo deliberado". Al respecto, destacó que en la poesía de Pereiro "no hay autocompasión", porque su "actitud ante la palabra y la vida fue elección suya". Su trayectoria, afirma, es "casi una gesta, en el sentido que tenía esta palabra en la lírica medieval".