El arte, ese bien de consumo, el objeto "vendible" como lo califica el artista gallego Suso Fandiño, vuelve a ser protagonista de una feria. ARCO levantó el telón ayer para mostrar lo más in de 215 galerías de una treintena de países. Con el ánimo de provocar unos -como Eugenio Merino y su escultura de Franco en un refrigerador de bebidas-; y otros de vender, galeristas y artistas se preparan para un nuevo examen al sector. Hasta que se cierre la feria el domingo, se seguirá sin saber si este año ARCO supera la parálisis que provoca la crisis. Mientras, los cebos se preparan. Desde Galicia, tres galerías viajan a Madrid, Ad Hoc, Bacelos y SCQ, con artistas tanto gallegos (seis en total entre las tres) como foráneos. Otras homólogas también muestran obra de creadores galaicos. Es el caso de la Malborough, con obra de Leiro pero también con joyas desorbitadas de Fernando Botero o Bacon, por 1,3 millones y 11,3 millones de euros, respectivamente.

Coleccionistas y profesionales podrán admirar la obra de Bacon (Study from the Human Body) y negociar, ya que el público general no podrá acceder a los stands hasta mañana, después de que la Feria sea inaugurada hoy oficialmente por los príncipes de Asturias.

El propósito del sector es comenzar a revivir un negocio que para muchos ha caído en los últimos tres años. De ahí, que la asistencia a la Feria de Arte Contemporánea sea una bolsa de suero.

No obstante, para los artistas no siempre lo más importante es vender. "ARCO é o escaparate, con acceso a críticos de todo o mundo. Iso é máis importante que vender", señala con conocimiento de causa el fotógrafo coruñés Manuel Vilariño, que acude con la galería viguesa Bacelos.

Vilariño es el único artista gallego que lleva Bacelos a ARCO este año. Entre el elenco de creadores que propone la firma viguesa, se encuentra el último proyecto del vasco Iñigo Royo que ha elaborado figuras de papel con las hojas de periódico dedicadas a la renuncia a la violencia por parte de ETA.

"Siempre he pensado que el arte debe estar pegado a lo que nos pasa y a lo que somos en nuestra vida en sociedad. De alguna manera, sentí que tenía una cierta obligación de hacer algo con esa noticia" pero "huyendo de maniqueísmos" no así de la "ironía" para "reflejar un cierto atisbo de esperanza".

Otra artista que presentará Bacelos será Abigail Lazkoz, quien investiga a través de los dibujos sus posibilidades expresivas siempre con el humor de la mano, como se aprecia en su obra Distopía literal que se puede aún disfrutar visualmente en el hall del Marco de Vigo hasta finales de marzo donde aúna cartelismo, eslóganes, literatura, filosofía y el 200 aniversario de La Pepa. El elenco de artistas de Bacelos lo completan Laura Torrado, Miguel Palma y Sebastián Romo.

En el caso de la galería compostelana SCQ, se arropa a una decena de artistas (ninguno gallego) con enorme reputación y la mayoría con obra en instituciones como el Serralves, Reina Sofía o prestigiosas colecciones internacionales. El artista pater del stand será el portugués Rui Chafes con sus esculturas de hierro; aunque también destacarán los módulos de aluminio de de Pedro Calapez; las estructuras de aluminio y espejos de Dan Graham; y el acero con esmalte de Lori Hersberger, entre otros.

Por su parte Adhoc, de Vigo, presentará a los gallegos Carme Nogueira, Xoán Anleo, Suso Fandiño, Enrique Lista y Jorge Perianes. También lleva a los madrileños Llobet & Pons (afincados en Berlín) y al brasileño Rubens Mano.

Finalmente, el sector editorial del arte gallego también contará con su espacio en ARCO. La editorial Dardo será la única representante del sector procedente de Galicia en la Feria. Los responsables de la publicación aprovecharán para presentar el número doble de DARDOmagazine, así como seis nuevos libros.