El edificio del Ágora, en A Coruña, firmado por el estudio madrileño de los arquitectos Luis Rojo de Castro y Begoña Fernández-Shaw, ha quedado entre los finalistas de los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo. Entre los 36 seleccionados figuran otros dos proyectos de Galicia. Se trata de la casa consistorial de Lalín (Pontevedra), de Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla (fallecido el pasado mes de febrero), concebido como un "castro tecnológico", y de la reurbanización del espacio de San Clemente y la rúa Trinidade, en Santiago de Compostela, llevada a cabo por los jóvenes arquitectos gallegos Elizabeth Abalo y Gonzalo Alonso.

El jurado, presidido por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, destaca que el proyecto del Ágora coruñés "resuelve un programa múltiple y complejo" y es "cuidadoso con el entorno, tanto por el aprovechamiento de la topografía natural del terreno, como por las referencias a la tradición socioeconómica del lugar". Es "formalmente potente ", añade, responde a "una clara voluntad cívica",y es "abierto y accesible a la ciudadanía", además de "próximo al concepto y a las cualidades de una plaza."

Del ayuntamiento de Lalín, el jurado subraya que, "como si de un juego se tratara, con unas reglas claras y sencillas, este complejo proyecto responde con habilidad, mediante un lenguaje propio, a un entorno carente de espacio público y a una topografía complicada".

Añade que "el edificio está ejecutado con precisión y resuelve de un modo inteligente el paso de lo público a lo privado mediante una pequeña plaza circular desde la que se accede a su interior".

La reurbanización compostelana es "un proyecto que sin estridencias ni malabarismos consigue conmover", valora el jurado, que también destaca que se trata de "una actuación en el tejido urbano que ordena y recupera para el ciudadano espacios perdidos", en la que "la piedra es la protagonista" y dota al espacio de diferentes orientaciones y "se adapta al terreno como si de un manto se tratara."

Vázquez Consuegra destacó la calidad de los proyectos presentados a la 54 edición de los premios FAD-más de 500-, lo cual"pone de manifiesto el altísimo nivel de la arquitectura que se realiza actualmente en la península Ibérica y que sitúa España y Portugal al frente de la arquitectura europea".