Amante de las historias escabrosas, políglota y de carácter tranquilo, James Thompson (1967) acudió por primera vez a la Semana negra de Gijón con el único objetivo de divertirse. Natural de Kentucky, pero con corazón finlandés, logró el éxito internacional con su primera novela Ángeles en la nieve. Se trata del primer libro de una trilogía de ambiente nórdico protagonizada por el inspector Kari Vaara.

-Actualmente, reside usted en Finlandia. ¿Qué le llevó a elegir un país con un clima tan duro?

-Las mujeres.

-¿En serio?

-Realmente hay muy pocas razones para que alguien decida irse a vivir a Finlandia. O eres un ingeniero de telecomunicaciones en busca de trabajo; o eres un refugiado político o un inmigrante que necesite asilo; o te enamoras de alguien y acabas siguiéndole hasta allí.

-¿No cree que tenga nada que ver con que sus historias toquen temas tan oscuros?

-Sí. Hay un viejo dicho que dice que hay que escribir sobre lo que uno conoce, porque si no, estás perdido.

-Entonces, ¿se inspira en asuntos cercanos para crear?

-Por supuesto. Me mudé a Finlandia por motivos personales, y luego me convertí en escritor. Así, sólo tenia sentido que escribiera sobre cosas de allí. He centrado mis libros en la zona que conozco, en mi barrio. Los personajes y las historias son ficticias pero la ambientación no. Si en un libro hablo de una silla que hay en un bar en tal calle, tú puedes ir a ese bar y comprobar que allí está la silla.

-Para su siguiente novela, ¿tiene pensado seguir profundizando en el detective Kari Vaara?

-Sí. Me gustaría continuar con la serie. De hecho, ya he negociado con EEUU para los dos siguientes. Van a ser un total de seis. Es complicado porque tenemos varias editoriales; publicamos en doce países e, incluso, puedes comprar mi libro en Beijing, en China.

-¿Significa esto que James Thompson es Kari Vaara?

-No, ni mucho menos. Quiero escribir otras cosas, sin el inspector Vaara. De hecho, tengo otros libros con otros temas, que sólo hemos publicado en Finlandia. Y también escribo ensayos.

-A la hora de escribir, ¿bebe de los escritores clásicos norteamericanos, como Edgar Allan Poe?

-Creo que en toda mi vida habré leído unos cinco mil libros. De pequeño, gastaba casi todo mi tiempo leyendo, y ahora lo hago menos porque paso mucho más escribiendo. Pero...¿Influencias? No. Yo no escribo como nadie lo hace, igual que nadie escribe como lo hago yo. Me comparan mucho con Stieg Larsson (el fallecido autor de la saga Millennium) pero no veo el parecido con él. Quizás si tuviera que decir un nombre sería el de Graham Greene.

-¿Se van a adaptar alguna vez sus novelas a la gran pantalla?

-Ya he vendido los derechos de las primeras tres novelas, y es posible que se empiecen a rodar ya este año.

-¿Y participará directamente usted en ellas?

-Sí. Yo seré el guionista, junto con el director. De todas formas, lo que menos me interesa es el negocio. No quiero saber ni de dónde viene la financiación, ni nada. Yo escribo mis libros, y después me llega el dinero y digo 'gracias'.

-De la fama parece que usted tampoco quiere saber nada.

-Realmente, no tengo problemas con dar entrevistas, pero tampoco me preocupo por buscarlas. No me gusta la fama en el sentido de que soy, probablemente, el único hombre que dice 'no' cuando viene una televisión finlandesa y pide una entrevista. Es un tipo de fama que no me interesa; me pone nervioso.

-¿Cree que esta ciudad podría ser uno de sus escenarios?

-No lo pensé, pero he gastado mucho tiempo de mi vida viviendo en sitios como éste, y me atraen mucho el mar, los barcos, la lluvia... Nunca se sabe.