Orquesta Sinfónica

de Galicia

Cuando se establece la empatía entre un director y una orquesta, se dice que hay complicidad. Si aceptamos esta suerte de metáfora, parece evidente que entre la Sinfónica de Galicia y Jesús López Cobos existe una notoria complicidad que suele traducirse en versiones más que notables. El concierto monográfico que se comenta empezó bajo los mejores auspicios con un excelente Capricho italiano, incluidos momentos eminentes, tales como la preciosa sonoridad de oboes y flautas en la exposición del segundo tema o la magistral intervención del trompetista, John Aigi.

Tal vez el gran momento del acto musical se alcanzase con el concierto de violín. Arabella Steinbacher toca con gran refinamiento y su elegante arcada le permite obtener una purísima sonoridad de su Stradivarius Booth (1716). La orquesta reguló muy bien la dinámica y López Cobos realizó una impecable labor concertadora.

El entusiasmo que manifestó la audiencia mereció un bis: el tercer tiempo, Largo, de la Sonata nº 3 para violín solo, BWV 1005, de Bach. A pesar de las aclamaciones del público, la interpretación de la Cuarta me pareció muy por debajo del nivel anterior.

Aunque hubo momentos acertados en el primer movimiento y sobre todo en el segundo, el tercer tiempo tuvo errores y problemas en la disposición de los planos sonoros; el cuarto resultó en exceso ruidoso.

Violín: Arabella Steinbacher

Programa: Monográfico con música de Chaikovsky: Capricho italiano, opus 45; Concierto para violín y orquesta en Re mayor, opus 35; Sinfonía nº 4 en Fa menor, opus 36

Director: Jesús López Cobos