El profesor Matías Díaz Padrón no tiene dudas. Asegura que está en lo cierto cuando identifica la pintura El rapto de las Sabinas, que se guarda enrollada en los almacenes del Palacio Real, como un cuadro iniciado por Rubens y terminado por Gaspar de Crayer a la muerte del primero en 1640. La afirmación contrasta con la declaración hecha pública por Patrimonio Nacional, que tiene documentada la obra como un anónimo del siglo XVIII y que, por el momento, no reconoce la nueva valoración realizada por Padrón.

Desde dicho organismo aseguran que no han recibido ningún estudio o publicación sobre una posible atribución a Rubens y, aunque subrayan el "enorme respeto" que tienen por Díaz Padrón -antiguo conservador del Museo del Prado-, consideran que para modificar la valoración de una ficha de su inventario es necesario que se aporten informes y estudios científicos, que desconocen hasta ahora.

Padrón, quien pronostica que "terminarán cambiando la valoración", asegura que hace años que comentó con sus contactos en Patrimonio sus opiniones sobre esta obra. "Ahora lo conocieron por la prensa, pero ya había hablado con ellos hace tiempo, y así lo reconoció estos días Juan Carlos de la Mata, uno de los técnicos responsables, muy amigo mío".

El profesor conocía la pintura a través de fotografías, pero también pudo verla hace años porque tiene allí muchos conocidos, según comentó ayer, después de que Patrimonio asegurara que la obra no había sido solicitada para efectuar ningún análisis.

"Lo importante es que gracias a esto sale a la luz y se pone atención en ella", comenta Padrón, quien reclama su "restauración y una puesta a punto", porque sostiene que su conservación no es la mejor para un cuadro de sus características, aunque en Patrimonio no consideran que su estado "sea lamentable".

El trabajo de investigación del ex conservador del Prado se publicará próximamente en una revista de arte de carácter general, con lo que espera disipar cualquier duda, aunque insiste en que "está perfectamente probada la autoría de Rubens y Crayer", a quien considera el pintor flamenco más importante después de Rubens. Díaz Padrón tiene en su haber el descubrimiento de muchas obras de arte y asegura que pronto habrá nuevas sorpresas. "En Patrimonio Nacional son los primeros interesados en aprovecharse de estos hallazgos", subraya.