Interesante colaboración del Coro de La Coruña con la Camerata Brigantina para realizar un repertorio poco habitual en las programaciones de música clásica. Comenzó la coral a solo con tres obras de Javier Busto, compositor actual de muchas partituras a varias voces, que siempre da muestras de un notable oficio en el tratamiento vocal; de la misma manera, Julián Jesús Pérez -el director del coro coruñés-, con su pieza Unha vez, que destaca por el trabajo polifónico. Excelente también, el Madrigalillo, de Oltra, La preciosa Pavana, de Fauré, añadió a las voces flauta (Valeria González) y piano (Rubén Alvar), lo que produjo un evidente enriquecimiento. Con la introducción del quinteto de arcos, perteneciente a la Camerata Brigantina, el refuerzo instrumental confirió noble empaque a la sonoridad de conjunto: Cantique de Jean Racine, de Fauré; Oborozukijo, de Chilcott, y dos de las Cantigas de Mar in modo antico, de Groba (en mi opinión, una de las mejores obras de todo el extenso catálogo de su autor) se beneficiaron de esta notable colaboración entre instrumentos y voces. Sobre todo porque, tanto en la bella Vin chegar o navío, como en la exultante San Clemenço do Mar, también colaboraron la flauta y el piano conformando una pequeña orquesta. El público asistente a este concierto matinal en el MACUF aplaudió con entusiasmo a todos los intérpretes.