La actriz Núria Espert no tiene "ninguna intención" de parar de trabajar en teatro, tal y como señaló después de conocer el fallo del Premio Princesa de Asturias de las Artes 2016, que recogerá en octubre y de cuya dotación económica (50.000 euros) gastará una parte "alegremente" y dedicará otra a los "refugiados".

Espert (Hospitalet de Llobregat, 1935), que el próximo 11 de junio cumplirá 81 años, celebró este reconocimiento porque premia también al teatro, una disciplina artística que, a su juicio, lo merecía "desde hace tiempo". "El teatro tenía que figurar en una lista extraordinaria de gente premiada", aseguró a Europa Press, minutos después de conocerse el fallo de este galardón.

Espert debutó en 1954 con la obra Medea y, tal y como confesó, la "inconsciencia" con la que abordó este montaje provocó que no se acuerde de "absolutamente nada". "Me tiré a una piscina que estaba llenísima de agua y desde entonces los proyectos que más me han interesado han sido los que más riesgo tenían, es algo que llevo en mi naturaleza", señaló. La trascendencia de su trabajo le ha merecido el atributo de "la dama del gran teatro español", un calificativo con el que no se acaba de ver y que a ella le suena "a otra persona", "alguien que recibe bien en su casa y que frecuenta ciertos medios". No obstante, y citando a Amparo Rivelles, prefiere esta expresión a que la llamen "vetusta", tal y como bromeó.