El próximo lunes, madrugada ya del martesen España, el primer debate entre Clinton y Trump disparará la traca que anuncie la recta final de la campaña presidencial estadounidense. Una campaña que, gane quien gane el 8 de noviembre, marcará un antes y un después. Si se impone Clinton, una representante del ala liberal de la vieja política turbia, porque se convertirá en la primera emperadora del mundo contemporáneo.

Si se impone Trump, porque abrirá una ventana de inquietante incertidumbre en un mundo que vive sus momentos más convulsos desde el final de la II Guerra Mundial. El inglés Andy Robinson, corresponsal itinerante de "La Vanguardia", ha jugado con los ecos de Kerouac y Thompson para titular la radiografía en castellano más completa, aguda y actualizada sobre EE UU. Un país convertido en una bomba de relojería por los ocho años de belicoso latrocinio de Bush, la gran recesión -con su cortejo de empobrecimiento- y la ofensa que para muchos blancos han representado los dos mandatos de un presidente mulato.