Los Premios Fest, los únicos que se conceden a festivales, han elegido como mejor festival del país este 2016 al Resurrection Fest, un acontecimiento musical de tres días que atrae cada verano a decenas de miles de personas a Viveiro, una localidad de la costa lucense que ronda los 16.000 habitantes. En su última edición, consiguió reunir a 80.000 asistentes en torno a una gran variedad de estilos sonoros que abarcan nuevos géneros y bandas emergentes, además de a los grandes clásicos. Los británicos Iron Maiden, estandartes del heavy metal, fueron la gran atracción de este año aunque solo uno de los alicientes de un festival que en sus once años de singladura no ha hecho más que crecer, multiplicar cifras, asistentes e impacto en cada edición. La organización ya ha anunciado que en 2017 llegará a programar 100 conciertos aunque todavía no se ha despejado la incógnita de quién será la estrella que brille el próximo verano en Viveiro. ¿Podrá superar a Iron Maiden?

Lo cierto es que al público ya no le hacen falta nombres, vivir "la experiencia" Resurrection parece suficiente, según refleja el ritmo de venta de entradas: 4.500 vendidas en las tres primeras horas de su anuncio.

Seleccionado entre festivales como el FIB o el Sonorama, este nuevo reconocimiento logra posicionar al festival gallego como el mejor de España en 2016 con el apoyo de industria y público.

"Este premio es para las miles de personas que viajan a Viveiro. Por, para y gracias a vosotros", ha comentado el director del festival, Iván Méndez, en la gala celebrada anoche en el teatro Campos Elíseos de Bilbao.