Descubrir un lugar que no se conoce a través de una cámara y visualizarlo como si se hubiera vivido es el gran éxito de la película Sicixia, recientemente galardonada en HoustonSicixia (EEUU), donde "esa aproximación al espectador, sin interferencias, es lo que más les cautivó".

Ignacio Vilar, director de este largometraje en gallego rodado durante ocho semanas en la Costa da Morte, acaba de llegar de Houston y su primera parada ha sido la localidad coruñesa de Muxía, donde ha querido rendir homenaje a esta zona en la que el sonido, la luz y sus habitantes protagonizan su último trabajo.

"Sicixia", que significa literalmente par, normalmente de opuestos, que unen o enganchan, narra la historia de amor de un ingeniero de sonido que recorre las localidades y lugares más recónditos de la Costa da Morte para grabar sus singulares sonidos naturales, en un viaje en el que conocerá a Olalla, una guía local que recoge algas y que le despertará la pasión por la zona.

Esta historia de ficción que comenzó a rodarse sin guión en el invierno de 2016 fue ideada hace más de veinte años en un viaje que Ignacio Vilar (Petín de Valdeorras, Ourense) hizo a pie con su compañera por la Costa da Morte en el que fue seducido por la luz, las tormentas, el fuerte oleaje, la lluvia... "Si pasas eso ya estás tocado por la Costa da Morte", asegura.

En ese camino de invierno, porque "la Costa da Morte es invierno si quieres vivirla intensamente", en la relación con la gente, con la naturaleza y el sonido, "fui poseído" y por eso el hilo discursivo de la película es el sonido, tanto del viento y del mar como de las variedades dialectales del idioma gallego a su paso por Carnota, Monte Pindo, Dumbría, Cee, Fisterra, Muxía o Camariñas.

"Si vas a Ézaro el acento es diferente que en Fisterra -continúa-, y en ese viaje capté que cada rincón de la Costa da Morte tiene que ver con el sonido que se da en ese rincón, el viento no es igual, el batir de las olas no es igual, hay una simbiosis perfecta entre el idioma y los sonidos de la naturaleza".

Vilar, que recabó muchos éxitos con A esmorga (2014), afrontó el rodaje de esta película como quien se coloca ante una página en blanco y esperó a que sus protagonistas le contaran su historia, una historia "local que trasciende lo universal" y que pasó la prueba de fuego en su preestreno en la propia Costa da Morte, en Cee y en Carballo, antes de su estreno oficial el 25 de noviembre pasado.

Tras la proyección de la película escuchó cómo suspiraban los propios protagonistas que hicieron de sí mismos en el filme, los miró a los ojos y sintió su emoción.

"Salían emocionados y tocados y me lo transmitían; si los protagonistas son de la Costa da Morte y no les llega ni emociona la película es mejor que no te muevas mucho que no vas a llegar a ningún sitio", sostiene Ignacio Vilar.

Sin embargo, tras aquella experiencia supo que "a partir de ahí podíamos estar en todos los festivales del mundo porque llegábamos a los protagonistas".

Eso es lo que ocurrió hace una semana en la 50 edición del WorldFest de Houston, considerado uno de los festivales de cine independiente más antiguo de Estados Unidos que ha consagrado a directores como Steven Spielberg, los hermanos Coen, Ridley Scott, David Lynch o Francis Ford Coppola.

Vilar describe como "impresionante" la experiencia en Houston con Sicixia, protagonizada por Monti Castiñeiras y Marta Lado, porque "que una película gallega, rodada en gallego en la Costa da Morte esté en un festival de esa categoría es algo que te dice que al final la historia funciona" y "si tienes una historia que llega al espectador llega en Muxía, llega en París y llega en Houston".

Con este filme, en el que ha participado un reducido equipo, ya ha logrado estar "en el presente con quienes están haciendo cine en el mundo".

Vilar atribuye este triunfo a que rodó la película cámara en mano, sin maquillaje ni iluminación, de forma que consiguió "la visión que más se aproxima al espectador".

"Al poner todo eso en función de la historia se encuentran con algo fresco, como si estuvieran ahí -concluye-. Es lo que más les cautivó, como si no hubiera interferencias, estás viviendo tu propia experiencia en la Costa da Morte. Me dijeron en Houston y en Francia -donde también cuenta con un galardón- que seguramente este verano vengan a la Costa da Morte a vivir la experiencia".