Esta iniciativa conjunta de Grupo Z, Fundación Reina Sofía, Fundación Solidaridad Carrefour, la Confederación Autismo España (CAE) y la Federación Española de Asociaciones de Padres de Personas con Autismo (FESPAU) ha sido presentada hoy por los presidentes de las estas asociaciones y fundaciones y el padre de Mortadelo Y Filemón, Francisco Ibáñez.

Según afirmó Rafael Arias-Salgado, presidente de la Fundación Solidaridad Carrefour, esta campaña se centrará en tres modelos de proyectos: 21 aulas cuya finalidad será mejorar la comunicación y las habilidades cognitivas, motrices, sociales y emocionales de los autistas mediante clases de natación, informática, deportes y juegos de psicomotricidad; 53 talleres en la que instruirán a los afectados en actividades como la jardinería, carpintería, pintura y cerámica entre otras, para facilitar su inserción en el mercado laboral; y 22 nuevos servicios para la detección, diagnóstico, evaluación y seguimiento de los ñiños que presenten éste trastorno.

Por su parte, Isabel Bayonas, presidenta de de la Federación Española de Asociaciones de Padres de Personas con Autismo (FESPAU) y madre de un autista desde hace 40 años oexplicó que en un 75% de los casos, acompañando al autismos, los pacientes sufren además de retraso mental y un 50% no pueden comunicarse. Además, dependiendo de los casos, también padecen problemas de conducta llegando a ser algunos muy agresivos, y que todos estos padecimientos se agravan en la vejez. Por ello, Bayones defiende la necesidad de los proyectos anteriormente mencionados, además de pisos con tutela constante, debido a la total dependencia de estos enfermos.

Por último María del Carmen Casas, de la Confederación Autismo España y también madre de un autista, explicó las tres fases en el autismo. La primera es, la aceptación paterna, "cuando se te anuncia que tu hijo va a ser autista, todas tus ilusiones y proyectos depositados en él se evaporan".

Tras esta fase, llega la primera formación, sobre todo en aulas en las que se potencian las habilidades más mermadas del autista para ayudarle a llevar la vida más normal posible. Y finalmente la tercera es la formación adulta, en la que instruyen a los afectados por este trastorno en actividades como la pintura, la cerámica o la agricultura entre otras muchas en los talleres para que consigan la mayor integración laboral posible. Esta fase es especialmente importante ya que, según afirma Casas "nadie sabe dónde está el techo de una persona con discapacidad".