´El jardín japonés´ es un libro en el que "conviven relatos de hace tiempo y de ahora", manifestó Ortuño en una entrevista con Europa Press. Además, el autor explicó que su texto no nació con intención de ser un compendio de cuentos, aunque poco a poco "empezó a tomar forma". "Algunos de ellos podrían haber sido novelas, pero pasaron por un tamiz riguroso para convertirse en cuento", indicó.

De entre las historias que incluye el libro, sobresalen algunas que despiertan truculentos temas, donde el humor negro y la violencia juegan un papel determinante: un abogado que planea la violación de su secretaria, un heredero que se afana en buscar a la prostituta que ilusionó su infancia y un cachorro que es torturado en un bungalow vacacional.

IRONÍA

"La ironía es la protagonista de los cuentos", señaló el escritor, al referirse al hilo de unión entre los relatos, que a priori contienen temáticas muy diversas. Para el autor, la ironía es fundamental para que el lector no se aburra y para "desinflar a quien se ha inflado", indicó Ortuño quien además añadió que el propio título del libro es una ironía, ya que "´El jardín japonés´ remite a la serenidad, justo lo contrario que transmiten los cuentos".

En ´El jardín japonés´, el autor ofrece "una visión de la vida con naturalidad de emociones", apuntó. De hecho, Ortuño comienza a escribir por medio de impulsos que le empujan a relatar historias. "Lo importante no es el por qué surja ese impulso, sino el resultado", adujo.

RESPIRACIÓN ARTIFICIAL

Ortuño reconoció ser más lector de novelas que de cuentos, aunque señaló que "los relatos contienen una concisión que el género de novelas no contemplan". "No se le puede dar respiración artificial a ningún género", admitió el escritor al referirse a que no puede alargarse más de la cuenta lo que nace con vocación de cuento.

"Los relatos son el taller dónde aprendí", señaló Ortuño al referirse a que "como un pintor que hace un boceto, yo escribo cuentos". El autor ha rescatado varios textos del pasado y los ha dotado de actualidad, para unirlos con algunos escritos recientemente, que se caracterizan por un abandono de las viejas convenciones verbales, decorativas y sentimentales.

Además, el escritor es autor de la novela ´El buscador de cabezas´ de 2006 y es un colaborador habitual de las revistas ´Letras Libres´, ´Cuaderno Salmón´ y ´La Tempestad´. Asimismo, colaboró también con la revista ´Lateral´ de Barcelona y ´La Tercera´ de Chile.