La obra "Los Persas. Réquiem por un soldado", que se estrena mañana en la LIII Edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida es un montaje de Calixto Bieito, que muestra el sentimiento de los soldados en guerra y su doble faceta como protectores y destructores en las zonas de conflicto.

El espectáculo refleja el punto de vista de un padre antimilitarista y el de una soldado, Jerjes (Natalia Dicenta), que el director describió hoy, en la presentación de la obra, como una "hija de la bandera de España que se convierte en heroína tras morir en una misión de paz en un país al que fue pensando que iba a hacer algo bueno".

Bieito aseguró que, cuando le hablaron de hacer un espectáculo para Mérida, el título se le ocurrió bastante rápido, porque siempre había tenido la idea de hacer una representación sobre las intervenciones bélicas y el dolor que generan en las personas.

Su intención, precisó, no era hacer una obra pacifista ni que tratase sobre el horror y la belleza "atávica" que produce, sino hacer un réquiem para mantener el tono elevado de la tragedia.

Tampoco intentó hacer un montaje naturalista, en relación al reflejo de un conflicto bélico tal cual en la obra pero, aún así, contó con el apoyo de un militar, que ha estado en Afganistán y que le asesoró sobre cuestiones de la vida cotidiana en los lugares en guerra.

En su opinión, el montaje representa una estética "totalmente contemporánea", pero que también tiene algo de "fantástica" gracias a las piedras del teatro romano de Mérida que, como apuntó, "han visto muchas guerras" y "ésta va a ser una más de las que reflejen sus piedras".

Para la actriz Natalia Dicenta, la obra muestra "el horror y la demencia" de cualquier conflicto bélico, a la vez que refleja esa doble perspectiva de la misión de los soldados en guerra.

Respecto a su personaje, la soldado Jerjes, explicó que es una mujer joven que encuentra su orgullo y su dignidad en la bandera española y se marcha a la guerra "con toda la ilusión", para llevar a cabo una misión de paz, aunque se encontrará con un pueblo arrasado en el que finalmente muere.

Sobre Calixto Bieito, Natalia Dicenta dijo que es un director que saca todas las habilidades de los actores para después desbrozar sus virtudes y quedarse con lo esencial de cada uno.

Interpretar a una mujer soldado resulta para la actriz un trabajo "complejo" debido a que "las mujeres somos personas dadoras de vida".

Pero en la obra tenía que percibir a su personaje como una mujer que quería luchar, por lo que contactó con mujeres soldado que, para su sorpresa, hablaban de la guerra de manera tranquila mientras les explicaban el punto de vista más cruel de este tipo de conflictos.

Bieito confesó que tenía muchas ganas de trabajar con Natalia Dicenta, porque una vez la vio trabajar en un montaje y lloró con su personaje y le pareció una "montaña rusa" sobre el escenario.

Para el director del Festival, Francisco Carrillo, la posibilidad de trabajar con Calixto Bieito suponía plantear un tipo de obra concreta para el festival y reconoció que, cuando vio la escenografía quedó "encantado".