A Ricardo Barreiros (Sintra, Lisboa, 17-01-1982) le espera un fin de semana muy emotivo. No sólo se jugará el título de la Copa CERS con su equipo, el Coinasa Liceo, sino que lo hará en Torres Novas, a escasos kilómetros de su ciudad natal, y con otro valor añadido: de pasar a la final, podría enfrentarse al Benfica portugués, su equipo de toda la vida. "Es una motivación extra", afirma el jugador luso, que añade: "Estamos mentalizados para ganar".

-¿Ansioso porque llegue ya el fin de semana?

-Todos en el equipo estamos con muchas ganas de que llegue ya la fecha y estamos muy motivados.

-Para usted, además, tiene que ser mucho más especial.

-Está claro que supondrá un punto de motivación extra, primero que la competición sea en Portugal y después porque hay la posibilidad de jugar en un posible final contra mi ex equipo, el Benfica.

-¿Vivirá esos días muchos reencuentros?

-Claro, irá a verme toda mi familia y también muchos amigos. Habrá mucha gente conocida. Hasta mis ex compañeros del Benfica, que sé que van a estar en el mismo hotel que nosotros. Creo que va a ser muy especial.

-¿Es posible que sea el último año de vida de la sección de hockey sobre patines del Benfica?

-He leído sobre ello, que quieren cerrar la sección de hockey, pero es algo que se plantea casi todos los años. Me parece muy triste que cada vez que hay problemas piensen en eso y que esto siga pasando. Sé que hubo una reunión con la junto directiva del club en la que se expuso la situación del equipo, pero creo que no hay nada decidido todavía. Independientemente de ello, no creo que esto le afecte al Benfica, que va a encarar la CERS a muerte.

-¿Con quién irán sus amigos, con el Benfica o con el Liceo?

-Estarán repartidos. Está claro que muchos irán con el Benfica, pero me imagino que los que más me tocan personalmente apoyarán al Liceo. De todas formas, con el Benfica sólo nos enfrentaríamos en la final y todavía no es algo que vaya a pasar seguro.

-Pero es lo que todos esperan.

-Sí, es lo que se espera, pero por la historia más reciente, como con lo que pasó en la Copa del Rey, hemos aprendido que no siempre pasa lo que se espera. Por eso queremos ser precavidos. Para estar en la final, primero hay que trabajar mucho en la semifinal.

-¿Sería un fracaso volver a quedarse a las puertas de la final?

-Mi idea es que con la temporada que estamos haciendo, el buen juego que estamos desplegando, estoy convencido de que cada uno de nosotros está mentalizado para ganar. Tenemos opciones para ello, y todos vamos a Portugal con el objetivo de ganarla. Si al final lo conseguimos o no, eso ya se verá. Dependerá de muchas cosas, y como ya vimos en la Copa del Rey, por desgracia no todas podrán depender de nosotros.

-¿Este equipo sabe jugar con presión?

-La presión es un indicador de que hemos llegado a donde queríamos estar. No sentiríamos presión si el equipo no tuviera la calidad para que la gente esperara cosas de nosotros. Sin embargo, es algo subjetivo. Para mí la presión está en el trabajo del día, trabajar bien durante toda la semana para llegar al momento en las mejores condiciones posibles.

-¿Carlos Gil utiliza algún método especial para motivaros en situaciones especiales como ésta, como hace Guardiola en el Barcelona?

-Carlos habla todas las semanas con nosotros. Los lunes nos reunimos para comentar el partido del fin de semana y después tenemos otra conversación antes del partido. Más o menos lo hacemos igual todas las semanas porque hay que seguir una misma rutina. Pero sí que intenta motivarnos y que estemos preparados para las grandes citas.

-¿Qué hablaron este lunes después del tropiezo en Vilanova?

-Hicimos una pequeña revisión de lo que pasó y sacamos nuestras conclusiones, pero lo que también dijimos es que no tenemos que hablar más de ese partido porque tenemos cosas más importantes, como la CERS, y que además, seguimos bien posicionados en la Liga, con opciones todavía de ganarla.

-El Igualada, rival de semifinales, es otro de los equipos que este año ya os ha dado un disgustillo.

-Y casi nos da dos, porque allí empatamos y aquí les ganamos por poco. Aunque la temporada no les está saliendo bien, tienen una forma de jugar complicada, sobre todo con los equipos grandes. El portero -Alberto Balagué- es muy amigo mío porque fuimos compañeros en el Benfica, y me explicó que se motivan muchísimo con los equipos de arriba. Dan la bola al contrario, esperan el error y salen muy bien a la contra. Si empiezan ganando es dificilísimo remontar, porque defienden muy bien, así que será muy complicado. Lo ideal sería salir, marcar dos goles rápido y con la ventaja yo creo que el partido ya sería otra historia diferente.

-¿Le han dado mucho la lata sus ex compañeros para preguntarle por el Liceo?

-No hablo con ellos desde hace varias semanas, pero seguro que han hecho bien sus deberes. Sé que han visto varios partidos nuestros. Hoy por hoy tenemos la suerte de que se pueden ver vídeos de casi todos los rivales.

-¿Ya ha jugado alguna vez en la pista de Torres Novas?

-No, nunca he ido allí a jugar, pero he visto un par de partidos por la televisión. Por lo que me han contado es una pista de parqué en la que no sólo hay hockey porque es un pabellón municipal de deportes, pero que es una buena pista para campeonatos de este nivel como la final a cuatro de la CERS.

-¿Al ser de parqué, el Liceo sale beneficiado?

-Bueno, puede que sí que tengamos una ligera ventaja tanto el Liceo contra el Igualada como el Benfica con el Blanes. Pero es subjetivo. Yo creo que en el fondo a quien beneficia es a quien juega mejor.