El Coinasa Liceo viaja a tierras asturianas este fin de semana para disputar el Torneo Internacional Villa de Grado. El primer partido, que jugará mañana, le enfrentará al Alcoy de Toni Pérez y Pablo Cancela, dos ex jugadores verdiblancos que se vieron obligados a emigrar este verano. El caso del joven delantero asturiano, pichichi de la OK Liga la temporada pasada empatado a 43 goles con el liceísta Pablo Álvarez, dejó huella. Olvidado ese trago, el Guaje (Oviedo, 1990) pasa página con su nuevo equipo. Los cinco goles que marcó el fin de semana pasado ante el Espinho en un amistoso en Portugal atestiguan que continúa con su gran olfato goleador. Será una pieza clave para los alicantinos, así como para la selección española absoluta de hockey sobre patines, con la que compartió entrenamientos todo el mes de agosto y ayudó a la preparación del Europeo en el que los hombres de Carlos Feriche se alzaron con el oro.

-¿Cómo va su nueva etapa?

-La verdad es que estoy muy bien. Estamos entrenando muy duro y las cosas están saliendo bien. Esperemos que esto se mantenga cuando empiece la OK Liga y podamos hacer una buena temporada.

-¿Fue muy dura la adaptación a la nueva ciudad y al equipo?

-Tengo que decir que todos me acogieron muy bien. Formamos un gran grupo, somos trabajadores y todos han intentado que me sienta bien y lo han conseguido.

-Ayudaría tener ahí con usted a Pablo Cancela.

-Claro, ya lo conocía y había compartido vestuario con él. Pablo es un muy buen tío y siempre nos intentamos apoyar mutuamente.

-¿El trabajo con el Alcoy es distinto al que hacía en Cerceda?

-El Cerceda era un equipo de OK Liga, igual que el Liceo, y el Alcoy también es de esa categoría, así que el trabajo es parecido y no he notado mucho el cambio.

-¿Nada comparable a los entrenamientos que hizo con la selección española absoluta?

-Estuve todo el mes de agosto en el CAR de San Cugat entrenando con ellos y la verdad es que fue una gran experiencia. Estar con los mejores jugadores españoles me ha ayudado mucho a mejorar mi juego. Yo era como el noveno jugador del equipo. Y además, Jordi Adroher estuvo 15 días lesionado, así que pasé a ser el octavo jugador de la plantilla y fui con ellos a algún partido amistoso antes del Europeo de Wupertal.

-Así que la medalla de oro le pertenece un poquito.

-No, no. El oro lo ganaron ellos solitos, los que jugaron, y yo no tuve nada que ver (risas).

-El olfato goleador parece que no lo pierde, con sus cinco goles ante el Espinho.

-Bueno, cinco goles están muy bien, pero espero que esto se mantenga. Lo importante es estar bien para el comienzo de la OK Liga el próximo fin de semana.

-Y ahora, un fin de semana muy emotivo: vuelta a casa, a su Asturias, y de rival, el Liceo.

-Va a ser un fin de semana muy completito. Ya tengo ganas de ver a mi gente y jugar en Asturias, porque llevo ya más de un año sin jugar en mi tierra porque la temporada pasada no había ningún equipo asturiano en la OK Liga. Así que espero hacerlo bien y que el Alcoy, además, pueda ganar el torneo.

-¿Qué sensaciones tiene antes de enfrentarse al Liceo?

-Es bonito reencontrarse con los viejos compañeros porque a algunos ya hace tiempo que no los veo. Y en el plano deportivo, el Liceo es un rival grande y a nosotros nos va a venir muy bien poder enfrentarnos a ellos en un partido de pretemporada.

-¿Qué es lo que más echa de menos de A Coruña?

-Los amigos que he dejado allí, pero ellos siempre quedan, sólo es el tiempo el que pasa. Además, espero volver pronto.