A sus 12 años, casi cada fin de semana, Yago Jul sale del colegio el viernes al mediodía y se monta en la autocaravana de su padre para ir a competir. Junto a él también van su madre y su hermana. Les esperan cientos de kilómetros y más de doce horas de viaje, muchas menos de sueño y un fin de semana intenso en los circuitos. Son un mini equipo familiar coruñés. Todos van a mucha velocidad. Unos para poner todo a punto, y el piloto para poner a su kart a casi 150 kilómetros por hora, lo que lo ha llegado muy alto en el Campeonato Valenciano: se proclamó campeón de la cita que se disputó este año en Alcañiz, igual que en el Gran Premio de A Coruña, perteneciente al Campeonato Gallego.

"La madre es la cocinera, la hermana me ayuda a mí y yo intento ponerle a punto el kart, aunque tampoco es que sepa mucho", dice Antonio, su padre. "Vamos los cuatro por toda España con la autocaravana, un remolque y punto. Y son trece horas de viaje. Sale del colegio a las tres, cogemos carretera, llegamos como a las cuatro de la madrugada, y al día siguiente levantarse a las siete para ir a los entrenamientos", añade.

Todo vale por cumplir los sueños de Yago, que empezó en este mundo a los seis años. "Fui a ver a un amigo y me dejó probar su kart. Me gustó y le insistí a mi padre para que me comprara uno y tuve suerte", reconoce. Antonio es un poco el culpable. Él también fue piloto, por lo que el pequeño lo lleva en la sangre. Por eso promete desde muy joven. Con 10 años ganó la Repsol Gas y en 2010 consiguió estar en los puestos cabeceros de un campeonato complicado, con muchos participantes, como el valenciano.

Yago ya habla también como los pilotos. "Hay que trazar bien las curvas y meter la cabeza en las rectas para que el viento no te frene", dice. "Me gusta adelantar al final de las rectas, es muy divertido y con la velocidad más", añade. Su afán es seguir la estela de su gran ídolo, Fernando Alonso, a pesar de que admite que es "muy complicado". Que el asturiano perdiera el Mundial en la última cita del año todavía le escuece: "Tenía que haber ganado. Ferrari se equivocó en la táctica, tenía que haber entrado más tarde y Vettel se aprovechó".

Para este joven que aspira a la Fórmula 1 sólo hay un inconveniente, aunque no es moco de pavo. En A Coruña no existe ningún circuito. "Tenemos que ir a O Porriño, o a Pastoriza, en Lugo, a Braga, a Viana do Castelo... por la calle no puede andar. Había que potenciar que se involucraran los ayuntamientos y la Xunta en construir circuitos en cada provincia, más en A Coruña, que es una de las más grandes. Eso genera mucho dinero. Sería muy bueno para toda la provincia", concluye Antonio Jul, su padre.