Un desafortunado tanto en propia puerta anotado por Felipe Ramos, después de parar un penalti, fue la cruz del Fabril, que cedió un empate (1-1) ante el Vecindario cuando tenía el encuentro bajo control. La igualada a un tanto prolonga la mala racha del Fabril, que después de ocho partidos sin ganar se mantiene en zona de descenso. Además dejó pasar la ocasión de meter a su rival en la zona más peligrosa de la clasificación.

Superior fue el cuadro dirigido por Tito Ramallo a lo largo de la primera mitad. Tuvo el balón, lo controló y lo jugó con criterio. Chirri, por su banda hacía daño al rival y generaba constante peligro. Sería, precisamente, por ese costado por donde llegarían las mejores ocasiones visitantes del partido.

El primer acercamiento de cierto peligro sería del cuadro herculino y acabaría dentro de la portería de Santi Hidalgo. Entre Chirri y Juan Carlos sacaron de esquina en corto, y éste último centró. Añón ganó de cabeza en el área y por la escuadra superó al cancerbero. Corría el minuto 18 y el Fabril se encontraba con el partido de cara.

Durante los siguientes minutos el Fabril continuó con su asedio y desperdició dos claras ocasiones para aumentar la renta. Al filo de la media hora, Dioni, tras una nueva incursión de Chirri, mandó el balón por encima del larguero. Minutos después, Dani mandaría por encima del larguero un buen centro enviado por Juan Carlos.

Superado el ecuador del partido el encuentro cambió de manera radical. El Vecindario despertó y obligó a los blanquiazules a tener que retroceder hacia su área para evitar acciones de peligro. Los centros bombeados y los saques de falta fueron los caminos más utilizados por los futbolistas locales para tratar de generar preocupación en la última línea del equipo coruñés.

El paso por los vestuarios devolvió el balón al cuadro visitante, y con ello la tranquilidad a las filas deportivistas. Chirri, con otra internada, cerca estuvo de conseguir el segundo tanto en el minuto 48, pero su disparo se fue por encima del larguero.

Con el correr de los minutos, el Vecindario ganó metros en el terreno de juego y comenzó a aproximarse al área custodiada por Felipe. Su primer disparo de cierto riesgo llegaría en el minuto 54. Rubén sacó una falta, cabeceó Yeray y el cancerbero visitante realizó una gran parada para evitar el empate.

A la contra, el Fabril tuvo ocasiones para aumentar la renta y dejar el choque encarrilado. Añón, con sendos disparos lejanos en los minutos 65 y 68, desperdiciaba oportunidades para poner el 2-0.

La mala suerte de Felipe

En el minuto 74 llegaría la igualada al marcador, y lo haría en una jugada curiosa y desafortunada. Rochela cometió penalti sobre Ruiman y Yeray tuvo la responsabilidad de ejecutarlo. El delantero eligió el palo izquierdo de Felipe, quien acertó la intención y paró el disparo. El balón quedó suelto y el cancerbero se lanzó a por él para asegurarlo, pero éste se le escapó y acabó en el fondo de la portería.

El Fabril acusó el tanto plagado de mala fortuna, y se vio asediado en los últimos minutos del choque. Felipe se redimió de su error al desviar, con una gran estirada, una falta directa lanzada por Aythami en el minuto 80.

Siete minutos más tarde, en una contra, casi marca el segundo tanto el cuadro coruñés. Añón sacó una falta y el cancerbero, hasta en dos ocasiones consecutivas, consiguió desviar sendos remates tras una serie de rebotes en el área local. La última acción de peligro sería local, y en ella Yeray, libre de marcas, la tiró por encima del larguero.