Dos años después un torneo del Grand Slam contempla la lucha por el título al margen del español Rafa Nadal y el suizo Roger Federer, desplazados en esta ocasión de la carrera por el Open de Australia por Novak Djokovic y Andy Murray. El serbio y el escocés hace tiempo que insisten en la pujanza por romper el orden. De hecho, ésta es la segunda de las veintitrés últimas finales de un major que carece de la presencia el último día de los dos actuales principales jugadores del mundo.

Los ecos de un nuevo orden en el circuito han surgido de forma precipitada. Ha bastado la ausencia del español y el helvético para alentar con fuerza aires nuevos en la competición, a la que le quedan once meses de recorrido. Djokovic y Murray hace tiempo que están en la línea de fuego. Ambos se han alternado para prolongar una pujanza hacia las alturas hasta ahora inaccesibles, pero coinciden por primera vez en la final de un Grand Slam. Para el serbio sería el segundo mientras que el escocés luchará por estrenarse. La final será a las 09.30 horas.