El ex médico del Xacobeo Galicia, Juan Manuel Rodríguez Bastida, y el director gerente de la Fundación Ciclismo Galego (FCG), Pedro Alfaro, intercambiaron diferentes acusaciones sobre temas de dopaje en el marco del juicio sobre la extinción laboral del contrato del doctor, celebrado ayer en el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Vigo, el cual quedó visto para sentencia y en el que el doctor pide una indemnización de 214.000 euros por las mensualidades adeudadas desde abril de 2009 hasta diciembre de 2010. Por su parte, la FCG reclama la resolución del contrato desde septiembre de 2009 y una compensación por los daños morales sufridos por la imagen del equipo ciclista.

A la conclusión del juicio, Bastida reafirmó su postura de que "era un estorbo para las maquinaciones y manejos del equipo". Por su parte, Alfaro recordó "los antecedentes previos en otros equipos del doctor en los que estando de responsable, hubo corredores que no pudieron tomar la salida en un Tour de Francia, en una Vuelta a España y en la Euskal Bicicleta".

Bastida respondió a las acusaciones del gerente de la FCG argumentando que "es incierto que haya tenido problemas en mis equipos ya que, por ejemplo, cuando fue el positivo de Euskaltel en el Tour, estaba en el Boavista portugués".

El ex médico del Xacobeo reveló que cuando él llegó al equipo implantó un código interno, por el que si se superaban unos ciertos límites en los niveles de los corredores, éstos no podrían correr.

"Yo hacía una especie de pasaporte biológico con los corredores. Sin embargo, Álvaro Pino me propuso en dos ocasiones relajar esos controles, si veía algo en las analíticas que no era conveniente pues que no pasaba nada. Una fue en el autobús en la Vuelta al País Vasco y otra que me llamaron desde la Fundación", relata.

Bastida tuvo palabras dirigidas hacia José Ramón Lete Lasa, secretario Xeral para el Deporte y Presidente de la FCG, que no se personó en el juicio a pesar de estar citado, al igual que Álvaro Pino.

"Estuve viendo la deriva que estaba tomando la situación, se lo dije a Lete y no me hizo caso. Le comenté que con su actitud y dejadez podía ser cómplice de problemas de dopaje, algo que sucedió posteriormente", destacó, en relación con los positivos de David García y Ezequiel Mosquera y a la contratación del doctor Alberto Beltrán en 2009, que había sido testigo de tres casos de doping en el Liberty portugués.

Por su parte, Pedro Alfaro, defendió la contratación de Beltrán. "Los problemas con este médico vienen a posteriori, ya que cuando nosotros enviamos la documentación de su incorporación a la Federación y a la UCI nadie nos dice nada. Cuando el 18 de septiembre de 2009 salta la noticia de su implicación en Portugal, a los dos minutos lo cesó. Hasta ese momento no había ningún antecedente documental sobre el tema", afirmó.

El director gerente del desaparecido equipo gallego reveló que quiso rescindir el contrato del doctor Bastida al comprobar que estaba "más preocupado de lo económico que de lo médico", ya que, además, se negó a devolver 32.000 euros. Bastida, finalmente, rechazó la acusación, asegurando que era "una cantidad pactada para hacer frente a diferentes gastos".