Los aficionados del Deportivo que hoy han acudido al primer entrenamiento del conjunto gallego tras el descenso a Segunda División han aplaudido a los jugadores y se han quedado sin ver a Miguel Ángel Lotina.

El técnico blanquiazul anunció su marcha del Deportivo antes del entrenamiento, en la sala de prensa de la ciudad deportiva, donde leyó un comunicado y luego atendió a los periodistas, y después no salió con sus jugadores al campo.

La sesión la dirigió su segundo entrenador, José Luis Ribera, y el medio centenar de aficionados que acudieron a Abegondo aplaudieron a los futbolistas cuando estos salieron del vestuario.

No hubo reproches a pesar de que uno de los seguidores recriminó al resto que no silbaran a los jugadores, a los que consideraba culpables del descenso.

Pero no convenció a la masa, que siguió ovacionando a los futbolistas, especialmente a Aranzubia, Manuel Pablo y Juan Carlos Valerón, que escuchó cómo coreaban su nombre.

El que no estuvo en el entrenamiento fue el mexicano Andrés Guardado, que el pasado fin de semana fue increpado por un grupo de aficionados tras la derrota ante el Valencia, que llevó al equipo a Segunda.