Decir Compañía de María en el mundo del hockey sobre patines es referirse a la cantera. El colegio coruñés se ha ganado a pulso en los últimos años que su nombre vaya ligado al trabajo y al esfuerzo con el deporte de base. Es el objetivo que se ha marcado la directiva, encabezada por el exjugador Kiko Alabart. Y para ello se ha rodeado de un selecto club de entrenadores, con muchos años de experiencia, como el exportero Ramón Canalda, y todos ellos coordinados por Josep Sellas. Un esfuerzo que ha empezado a dar sus frutos, con un gran aumento de niños. Este año, fueron 17 equipos con más de cien jugadores. Y como premio, la medalla de bronce en el Campeonato de España alevín y la convocatoria de Tomás Arrojo para la selección española sub 17 -Alberto Bodelón ya fue campeón de Europa en categorías inferiores el año pasado-.

"El objetivo es la formación educativa y deportiva de los niños. No miramos los resultados a corto plazo. Para nosotros es una prioridad el trabajo con la cantera y fomentar el hockey sobre patines", expone Josep Sellas. "Y cuesta que los niños prueben, porque lo normal es que empiecen por el fútbol, pero una vez que prueban el hockey después ya se enganchan", continúa el coordinador del centro, al que le enorgullece, ante todo, "que la mayoría de niños son del colegio". El trabajo comienza desde muy abajo, de ahí la importancia de estar tan presentes en la institución. "Los niños ya empiezan con seis años. Están en la escuela para tener una primera toma de contacto. Además, hemos creado la liga de escuelas, para jugar con otros colegios y clubes de la zona y que tengan ya partidos desde muy pronto. Gracias a esto hemos conseguido que aumente muchísimo el número de niños. Ahora tenemos 17 equipos: cuatro prebenjamines, dos benjamines, dos alevines, dos infantiles, un juvenil, un júnior, un femenino y dos séniors", recuenta.

Esto es casi un milagro para un deporte minoritario y que últimamente se encontraba en retroceso en la ciudad. "Cuando vamos por ahí ya tenemos un nombre y eso es un gran orgullo. Pero es fruto de muchas horas de trabajo tanto de los entrenadores como de la directiva", continúa Sellas, que explica que es un esfuerzo tanto por el club como por la salud del hockey sobre patines en general: "Cuantos más equipos mejor, lo que no queremos es que haya ligas en las que sólo haya cuatro o cinco equipos". El último escalón que le queda al colegio es intentar que más niños de la cantera lleguen al primer nivel. Sellas se queja de que quizás "falta alguien que les dé la oportunidad, porque ellos se lo merecen. Cuando vemos que un jugador se queda sin posibilidad de progresar aquí, le buscamos salidas fuera por medio de Kiko Alabart, que tiene muy buena relación con los equipos catalanes". Un remedio podría ser que el conjunto sénior del Compañía de María, en Primera Gallega, consiguiera el ascenso a Primera Nacional, un objetivo que pese a no ser prioritario, no descartan: "No renunciamos a nada. Pero lo que está claro es que si estuviéramos en un una categoría nacional, haríamos una plantilla formada por jugadores de la casa, y si pueden ser diez niños que hubiesen pasado por todas las categorías del colegio, mejor. Sería un gran premio".