Las remeras de Galicia revalidaron este fin de semana su título de campeonas de España de traineras. Un título del que da fe una medalla, las noticias y fotos de prensa, así como una bandera fabricada con una toalla y un rollo de cinta aislante. Es la bandera de la vergüenza y del orgullo. De la vergüenza porque representa el trato recibido por la Federación, negándosele a la tripulación el trofeo más deseado por un remero. Pero es también símbolo del orgullo y del amor propio de un grupo de remeras que aman este deporte y que piden el justo reconocimiento a su esfuerzo.

Las remeras de la trainera Galicia Rianxeira no se lo pensaron dos veces. ¿Que la Federación no les entregaba una bandera tras alcanzar su segundo Trofeo FER/Campeonato de España? Pues ellas mismas se la fabricaron con una toalla y un rollo de cinta aislante. Un gesto que puede parecer anecdótico, pero que está cargado de orgullo, amor propio y reivindicación. "Si la Federación no concede incentivos y premios en la categoría femenina es normal que no acudan equipos al campeonato. Parece que lo que realmente quieren es que el remo femenino no se expanda y continúe creciendo", explican algunas de las remeras de O Morrazo que forman parte de la tripulación de la Galicia Rianxeira.

El argumento de la Federación es que hacen falta al menos cuatro traineras para entregar la correspondiente bandera y como este año hubo solo tres las deportistas se tuvieron que conformar con una medalla. "Es injusto. A todas nos hace ilusión recibir nuestra propia bandera y después de algo así casi te dan ganas de dejarlo", explica desde Bueu Ana López. La mayoría de la tripulación entiende que el problema está en el planteamiento de partida de la propia Federación. "Es una pescadilla que se muerde la cola. Si ellos no establecen una serie de premios, a los clubes no les va a interesar tener equipos femeninos y enviarlos a competir a un Campeonato de España porque lo único que tendrán son solo gastos", argumentan desde O Morrazo.

Esta situación contrasta con la competición masculina, donde se repartieron hasta 44.000 euros en premios. "No pedimos tanto, pero lo que pasó con nosotras es muy injusto y seguro que al menos se podrían haber dedicado unos 2.000 euros a la competición femenina para darle 1.000 a la ganadora, 700 a la segunda y 300 a la tercera", señala otra remera de la Galicia Rianxeira, que añade que el ayuntamiento de Castro Urdiales, lugar donde se celebró el campeonato, "se cabreó mucho" al conocer que las féminas no recibirían gratificación económica. "Da mucha rabia porque es la propia Federación quien hace esto, cuando debería ser precisamente quien vigilase que hubiese igualdad entre hombres y mujeres", lamentan las afectadas. Lo preocupante de la situación es que en realidad se repite con respecto al año pasado, cuando las chicas gallegas también se alzaron con el triunfo. "No ha cambiado nada", se quejan.

Pero ahora ya tienen su vista puesta en su próximo reto, que es la fase final de la Liga EuskoTren. Este fin de semana se disputan las dos regatas decisivas y el triunfo será para quien realice el mejor promedio de tiempos. Las remeras gallegas se enfrentarán en solitario a Getaria, San Juan y Zumaia.

Premios solo para hombres

La representación arousana en la tripulación de la Galicia Rianxeira tampoco disimuló su enfado por lo que consideran un atropello hacia la ilusión que les lleva a entrenarse prácticamente a diario durante los últimos nueve meses para afrontar la competición.

Andrea Oubiña no dudó al afirmar que en "la liga EuskoTren solo hacemos dos largos mientras que en el Campeonato de España nos obligan a hacer los cuatro para que después no nos den ni premios, ni siquiera bandera".

La remera de O Grove se acuerda del esfuerzo que realizan para luego encontrarse con situaciones tan desagradables como la vivida en Castro Urdiales: "No se nos ha tratado de una manera justa. Nos esforzamos tanto como los hombres, pero a nosotras se nos desprecia cuando además nuestra única recompensa económica son los premios de las pruebas que ganamos".

La noticia de que no iban a tener incentivo monetario llegó a la tripulación gallega el sábado por la tarde. Amalia Solla apuntó que no tomaron "ninguna medida de protesta", fundamentalmente porque ya estaban allí y les causaba "más perjuicio el no remar después de haber viajado". "Nos lo tomamos como un entrenamiento más", concluyó la remera grovense de tan solo 18 años.

El agravio comparativo es la principal denuncia de Luz María López. La vilaxoanesa fue rotunda al señalar que "no puede ser que en masculino se lleve dinero hasta el octavo clasificado y para las mujeres no haya ni un solo duro".

Una vez pasado el mal trago, la vista ya está puesta en el play off de la Liga EuskoTren. Será en Zarautz este fin de semana con Guetaria como verdadero escollo para lograr el título. En Castro Urdiales ya demostraron que pueden ganarle a esta embarcación.