Con tres tantos en cinco partidos, Andrés Guardado ha destapado de golpe su faceta anotadora hasta encaramarse a lo más alto del ranking de goleadores del Deportivo. Su facilidad para ver puerta nunca fue su principal virtud. Siempre fue más un jugador de desborde y centro, aunque en el fútbol mexicano mojó con relativa frecuencia, casi siempre desde fuera del área. Y no sólo con el Atlas de Guadalajara. También con su selección.

Sin ir más lejos, el pasado 4 de septiembre, en su última aparición con el combinado tri, marcó de falta directa el tanto de la victoria frente a Chile (1-0). Un auténtico golazo, anticipo del que celebraría una semana después en el Mini Estadi. El zapatazo desde el círculo central con el que sorprendió a Miño dio la vuelta al mundo. Luego le siguieron otras dos dianas más, contra el Sabadell, a pase de Salomão, y frente al Guadalajara, de nuevo desde una posición lejana.

En las cuatro campañas que jugó en Primera con el Deportivo (101 partidos) sólo pudo festejar doce tantos, cinco de ellos desde el punto de penalti. De los siete que marcó en jugada, la mayoría fueron desde corta distancia. Se estrenó contra el Betis (2007-08), golpeando el balón a bocajarro desde el borde del área pequeña. También a quemarropa fusiló esa misma temporada al Murcia en La Nueva Condomina, al culminar una contra con la pierna derecha. Al Valladolid, otra de sus víctimas, le marcó desde la media luna del área, aunque su primer golazo con mayúsculas fue en El Madrigal: un zurdazo desde la derecha directo a la escuadra del uruguayo Viera.

En el siguiente curso (2008-09) sólo logró dos tantos, contra el Espanyol y el Athletic, ambos en Riazor y desde una posición casi idéntica, ligeramente escorado a la izquierda y bastante cerca del arco. Su último gol en jugada fue en la temporada 2009-10, al Tenerife de José Luis Oltra. El curso pasado sólo mojó desde el punto de penalti por partida doble ante el Getafe.

Ahora las lesiones le respetan y se siente con más confianza que nunca para probar suerte en el disparo. Además de abrir el camino de la goleada contra el Guadalajara con un soberbio tanto desde treinta metros, Guardado no paró de correr y derrochó sacrificio en los dos campos, tanto en ataque como en defensa. Vive un momento dulce y los goles le están ayudando a crecer todavía más para ayudar al Dépor a conseguir el ascenso.

Ese es su objetivo prioritario y lo único en lo que piensa, aunque al mismo tiempo sabe que su futuro profesional dependerá en gran medida de cuál sea su rendimiento en los próximos meses. Acaba contrato el 30 de junio de 2012 y, recién cumplidos los 25 años, el próximo verano podría dar otro salto de calidad en su carrera. De él depende.

Se pierde la Copa

Ya se perdió la visita del Hércules por la convocatoria de su selección y la semana que viene volverá a ser baja por ese mismo motivo. Guardado, citado para un amistoso ante Brasil, no estará para el encuentro de Copa frente al Alcoyano, que se disputará el miércoles día 12 en Riazor (22.00 horas).