En el estadio Centenario de Montevideo las selecciones de Uruguay y Bolivia darán mañana el puntapié inicial a las primeras eliminatorias sudamericanas que se jugarán sin Brasil por su condición de sede del Mundial de 2014.

La primera de dieciocho jornadas que conservan el formato original establecido con vistas al Mundial la completarán los encuentros Ecuador-Venezuela, Argentina-Chile y Perú-Paraguay.

Serán 72 partidos en pos de cuatro plazas directas y el derecho al quinto clasificado a una repesca con Asia, desenlace que se conocerá el 15 de octubre del 2013. Brasil, el anfitrión de la próxima Copa del Mundo, será espectador de la larga disputa entre nueve países.

Uruguay, para muchos el bloque candidato a liderar estas eliminatorias por la continuidad de su proceso, repetirá con el equipo que se consagró campeón de la Copa América Argentina 2011 y con el que salió cuarto en el Mundial de Sudáfrica 2010.

Entre el amplio abanico de opciones tácticas su seleccionador, Oscar Washington Tabárez, dispone de un tridente ofensivo compuesto por Diego Forlán, el mejor jugador del pasado Mundial; Luis Suárez, el mejor de la última Copa América; y Edinson Cavani, nuevo astro del Nápoles.

Su primer escollo será Bolivia, una selección que trabaja bajo el fuego de las críticas y el pesimismo para recordar el camino del gol y poner fin a una racha que le impide ganar hace dos años.

En Ecuador, el técnico colombiano Reinaldo Rueda echará mano frente a Venezuela de un grupo que mezcla juventud y experiencia. Rueda urge de un triunfo en los casi 2.800 metros de altitud de Quito para ganar la confianza del público, que no ha visto con buenos ojos su llegada, pese a que entrenadores colombianos llevaron al país a sus dos únicos mundiales: 2002 y 2006.

Venezuela debuta con la motivación del cuarto puesto en la Copa América pero tendrá como máximo desafío mostrar que no fue casual lo hecho en Argentina y lograr la histórica clasificación a un Mundial.

Argentina, que perdió la serie amistosa denominada Superclásico de las Américas contra Brasil (0-0 y 2-0), será orientada por Alejandro Sabella y recibirá a Chile con Lionel Messi como capitán.

La figura del Barcelona, en deuda con la albiceleste, tiene el reto de pasar la página de la mala Copa América en casa y ofrecer recitales de la calidad que desborda en su club.

La meta de Chile, primer rival de Argentina, será mantener el estilo ofensivo que la ha caracterizado desde el pasado Mundial aunque extrañará la ausencia de su promotor, Marcelo Bielsa, y al máximo referente que ha tenido en la cancha, Alexis Sánchez, lesionado.

Perú, colista en las pasadas eliminatorias sudamericanas pero con un impresionante crecimiento que quedó certificado con el tercer puesto en la Copa América, recibirá a un Paraguay que, sin ganar un partido, fue finalista de la última Copa América.