Es difícil definir el partido de ayer en Alcoy. Fue un mal encuentro de todo el equipo. En el primer tiempo, entre las dimensiones del terreno de juego y el contrario, Valerón fue completamente anulado. La banda derecha, con Laure de mediapunta, no existió. La banda izquierda, por la anarquía de Salomão, no se supo aprovechar. Además, el equipo perdió con facilidad la posesión de la pelota y apenas disparó a puerta. Con dos tiros, el primero a los 20 minutos y el segundo a los 44 es muy poco probable empatar. En el segundo tiempo, el equipo pareció más enchufado, con más control, más posesión, más agresividad, pero con poco tiro a gol. Y por último, es inconcebible que un equipo profesional que vaya a lanzar una falta cometa tales errores defensivos que le costaron un gol por malos marcajes.