El último intento por evitar la cancelación de los partidos de las dos primeras semanas de competición de la nueva temporada de la NBA fracasó después de que los dueños y los jugadores no pudieran llegar a un acuerdo. Las conversaciones, que duraron 14 horas repartidas entre el domingo y ayer, no dieron ningún resultado positivo y confirmaron las grandes diferencias que separan a ambas partes en los asuntos claves que se incluyen en el nuevo convenio laboral.

Como había avisado el comisionado de la NBA, David Stern, la pasada semana, ante la falta de acuerdo, anunció de manera oficial la cancelación de los partidos programados hasta el 14 de noviembre. "Ambas partes están muy separadas en casi todos los asuntos claves. Simplemente hay un mar que nos separa", declaró Stern. "Ahora ya no es posible disputar los 82 partidos de la temporada regular".

Más duro fue el comunicado que ofreció el vicecomisionado de la NBA, Adam Silver, que recordó que no habrá acuerdo hasta que no se garantice a los 30 equipos la misma igualdad de competitividad y una compensación justa para los jugadores.

Por su parte, el presidente del sindicato de jugadores, Derek Fisher, de los Lakers, reiteró que ellos no eran los que habían llegado a la situación de cancelar partidos. "No elegimos estar en esta situación. No alcanzamos un punto en el que se pudiese dar un acuerdo justo con la NBA".