El Liceo viaja hoy a Portugal para disputar dos duelos amistosos, los primeros con los mundialistas Sousa, Bargalló y Barreiros. El internacional luso, bronce en San Juan, regresa a A Coruña para seguir ganando títulos con los verdiblancos después del Mundial y con ganas de disfrutar con sus compañeros.

-¿Fue una decepción no haber podido luchar por el título mundial o ganar en semifinales a Argentina en San Juan era un reto demasiado complicado?

-En líneas generales hicimos un Mundial muy bueno, pero algunas cosas exteriores al hockey nos dejaron fuera de la final. Nos tenemos que quejar del arbitraje que sufrimos ante Argentina en las semifinales. No nos dejaron llegar más adelante. Pero estamos con la confianza de que hemos hecho las cosas bien de cara al futuro.

-España ha empatado con Portugal con quince títulos en lo más alto de la tabla histórica.

-Bueno, eso son números. Antes fue el tiempo de Portugal y yo creo que ahora es el siglo de España. Son generaciones de oro, Portugal tuvo la suya y ahora España está en ella, con una plantilla que creo que es la mejor sin ninguna duda. Pero Portugal también tiene calidad y espero que podamos luchar por el Europeo el próximo verano. Tenemos derecho a aspirar a ello.

-Su compañero Jordi Bargalló ganó el Mundial. ¿Lo mira con un poco de envidia sana?

-Qué va, estoy muy contento por Jordi (Bargalló) como compañero y amigo que es. Además, en la final yo iba con España, porque aunque en Argentina también tenía a Pablito (Álvarez), todavía estaba molesto con lo que había pasado en semifinales. Así que estoy muy contento por Jordi, porque sé que está en uno de los mejores momentos de su carrera y que está disfrutando del hockey. Se merecía el MVP del campeonato. En la final le vi jugar y estuvo muy bien. Todos los que estaban conmigo lo comentamos, era el que estaba más cómodo sobre la pista.

-¿Qué tal su regreso a A Coruña tras el Mundial?

-Bien, tenía ya ganas de llegar a casa, al club, y empezar a trabajar con los compañeros.

-Pero no ha tenido vacaciones.

-Es nuestra vida, si estás en la selección sabes que no vas a tener tiempo para descansar, pero es que tampoco lo queremos. Sí que echaba de menos volver a casa y regresar al ritmo normal de la temporada.

-¿Seguirá un plan específico para llegar en forma al final de la temporada?

-Ya lo tienen preparado los técnicos, pero dentro de eso, yo ya no soy nuevo y sé gestionar los esfuerzos y escuchar a mi cuerpo. También sé que tengo que ser responsable con el descanso porque es una temporada de diez meses y hay que aguantar.

-¿Ya ha tenido tiempo para conocer a los nuevos, a Toni Pérez y a Matías Pascual?

-A Toni ya lo conocía de sobra y es un gran refuerzo, lo mismo que Matías Pascual, aunque a él hay que darle más tiempo de adaptación porque ha sido un cambio muy importante el que ha hecho viniendo desde Argentina. Sin embargo, estoy convencido de que va a ser un valor añadido para el equipo porque a pesar de su juventud tiene muchísima calidad. Todos esperamos mucho de él.

-¿Y qué espera de la temporada que empieza?

-Lo de siempre, intentar ganar títulos y trabajar bien. El máximo objetivo volverá a ser la liga. Bueno, es complicado hablar al principio, antes de empezar a carburar y de que la máquina esté engrasada. Ha cambiado la plantilla, pero también había cambiado el año pasado y mucha gente pensaba que no podríamos luchar, porque habíamos perdido piezas importantes, y después dimos guerra. Hay gente joven, pero mantendremos el nivel. Lo que hace el Liceo es tener una actitud peleona para plantarle cara a cualquiera. Tenemos lo que tenemos y para nosotros son los mejores y con ellos vamos a la guerra.

-Tiene ahora dos partidos en Portugal para coger la forma.

-Son dos días para trabajar en conjunto, disfrutar e intentar llegar al inicio de liga con el máximo nivel. La forma de jugar ya la tenemos y ahora sólo hay que recordar ciertos puntos. Entrar en el esquema se hace en dos días. Es verdad que es diferente trabajar con la selección, pero pensar en lo que he disfrutado estos dos años con el Liceo me hace más fácil la vuelta.