La Fiscalía Antidopaje del Comité Olímpico Italiano (CONI) reenvió al Tribunal Nacional Antidopaje el caso del ciclista italiano Riccardo Riccò y solicitó 12 años de suspensión para él, según informaron ayer medios italianos.

La solicitud de suspensión se hizo un día después de conocerse las últimas revelaciones del caso. Riccò negó haber recurrido a una autotransfusión, aunque en declaraciones previas admitió ante los investigadores del CONI haberse inyectado una solución ferrosa prescrita por un médico. La Fiscalía de Módena abrió una investigación después de que en febrero Riccò ingresara por dolores abdominales de urgencia en un hospital. El médico que lo atendió declaró entonces que el corredor le confesó haberse realizado una autotransfusión de sangre conservada en el frigorífico durante 25 días, una práctica prohibida en las normas antidopaje desde 1985.