Regresaba el Deportivo a Riazor para enmendar lo sucedido en Alcoy el sábado pasado. Lo hacía con el mismo rival enfrente y con la posibilidad en el horizonte de avanzar una ronda más en la Copa del Rey. Sin embargo, por lo visto en la primera hora de partido, parecía que a los jugadores no les interesaba demasiado arreglar lo ocurrido hace cuatro días en El Collao ni la perspectiva de una eliminatoria frente a un equipo de Primera División.

Apenas cuatro jugadores repetían con respecto al once que salió derrotado de Alcoy. Oltra dio entrada a los menos habituales, incluso a aquellos con los que dijo no contar y las circunstancias le han obligado a echar mano de ellos. Aparentemente, otorgó el mando del equipo a Juan Carlos y Juan Domínguez, pero la batuta real la llevó durante buena parte del encuentro Jesús Vázquez.

Fue uno de los canteranos sin embargo quien se encargó de cambiar la cara al encuentro cuando parecía que ambos conjuntos enfilarían el túnel de vestuarios con el mismo marcador con el que arrancó el encuentro. Fue con apenas tres minutos sobre la media hora. Salomão recibió el balón en la banda izquierda, encaró a un defensa y se plantó en el área. Tenía otras opciones, como seguir sorteando rivales o probar el disparo, pero esta vez vio la incorporación desde atrás de Juan Domínguez. La defensa, bien sea por el efecto hipnótico que produce el portugués cuando se echa a correr con el balón y comienza a sortear rivales, dejaron un pasillo justo en el centro del área por el que entró el canterano. Su disparo a la altura del punto de penalti llegó a atraparlo Dorronsoro, pero el balón finalmente se le escurrió hasta que acabó dentro de la portería.

El Dépor se encontraba así por delante, sin que por ello se atreviese a modificar su propuesta de juego. Hasta entonces, los blanquiazules apenas habían sumado una ocasión clara. La tuvo Riki al comienzo, tras un buen pase de Juan Domínguez que lo dejó de cara al portero rival. No supo resolver y se esfumó la posibilidad de que el madrileño anotase su primer gol en competición oficial esta temporada. Con ello continúo alimentando el murmullo de la grada con cada intervención.

El gol hizo que el Alcoyano se protegiese más sobre su propio campo. Cedió el balón a los deportivistas, que apenas daban a continuidad a jugadas. La vuelta del descanso no cambió el guión. El Deportivo, por delante en el marcador, se olvidó de jugar y por unos instantes se dedicó a administrar su ventaja sin sobresaltos.

Entonces, se encontró con un regalo inesperado. El Alcoyano sacó un córner desde el extremo derecho del área deportivista. El rechace lo recogió Juan Carlos, quien enseguida cedió el balón a Salomão. El extremo portugués enfiló la portería con rapidez hasta dejar atrás a los defensores. Por detrás, le seguía Riki, quien a medida que iba ganando metros y reducía la distancia con el volante veía como crecía la posibilidad de dejar atrás las dudas que lo han maniatado desde el inicio del campeonato. En el área, Salomão cedió finalmente el tanto al madrileño, quien solo tuvo que empujar el balón al fondo de la portería. Riki apenas celebró el tanto, por mucho que supusiese su estreno en competición oficial esta campaña.

El Deportivo, sin embargo, no iba a ser exento al sufrimiento. Esa bipolaridad que lo ha caracterizado todo el año. Una falta al borde del área permitió al Alcoyano reducir la distancia en el marcador cuando aún restaba el último tramo de la segunda mitad. El golpeo ejecutado por Gato -el mismo que anotó el segundo tanto en El Collao- se coló por la escuadra derecha de la meta que ayer defendía Germán Lux.

Los de David Porras se estiraron entonces en busca del gol que les permitiese forzar la prórroga, pero sin el ímpetu necesario como para poner en complicaciones reales a la defensa deportivista. Los blanquiazules incluso disfrutaron de un par de ocasiones en los minutos finales que hicieron que la sensación de agobio y sufrimiento que ha inundado a la afición en otras ocasiones no fuera tan asfixiante.

El conjunto de Oltra se cita así con un equipo de Primera División en la siguiente fase de la Copa y de paso limita las dudas que se generaron tras la derrota en El Collao el pasado sábado, aunque no haya resuelto del todo la incertidumbre en el juego.