De paso por Corea, donde la Fórmula 1 empieza a repartir los dividendos sobrantes de la temporada, se abren debates sobre objetivos futuros, quién dominará la competición el próximo ejercicio y si la tiranía de Red Bull y Vettel será eterna. Al alemán le queda el aliciente para las cuatro paradas que restan de superar el récord de poles en un año de Mansell (14, por las 12 que tiene el alemán) o igualar las 13 victorias de Schumacher en el mismo ejercicio. Le haría falta al ya nuevo bicampeón ganarlo todo, pero un solo triunfo le convertiría junto al Káiser, su amigo y mentor en los primeros años, en el único en ganar más de nueve carreras un mismo año.

A los demás, despreciada la lucha por el simple subcampeonato, se les vienen cuatro domingos por delante para buscar una victoria que aleje un rato el mal trago de otro Mundial que se va para la casa energética. ¿Cuánto durará el dominio del equipo del refresco? Es la pregunta que ronda el paddock mientras se preparan para la clasificatoria de hoy por lo mañana (07.00 horas).

Fernando Alonso no resuelve la duda pero lanza una teoría que echa por tierra todas la quinielas que han rodeado a la Fórmula 1 en las últimas temporadas. "No creo que ni Hamilton lo esté haciendo tan mal esta temporada, ni que Vettel vaya a ganar siete títulos seguidos", sentencia el asturiano para romper con las teorías apocalípticas que hablan de una próxima temporada inclinada de nuevo hacia Red Bull.

Y tira Alonso de su ya larga experiencia para reforzar su planteamiento: "Cuando gané mis dos Mundiales, todo el mundo pensaba que me llevaría unos cuantos más seguidos, pero no fue así. Luego llegó Hamilton, perdió su primer Mundial por un punto y ganó el segundo. Parecía que iba a conseguir diez más seguidos. Y no repitió. Luego, Button arrasó un año y parecía que Brawn GP (ahora Mercedes) iba a estar ganando una década, pero fue solo un año. Ahora está Red Bull, que ha vencido dos temporadas seguidas con un gran trabajo, pero ya veremos qué pasa el año que viene, pero en la Fórmula 1 no todo son matemáticas".

Lo que no era matemático pero sí muy probable fue la lluvia que saludó a los coches en su primer día en Corea. La sesión de trabajo quedó arruinada, ante una pista sin apenas gomas, muy resbaladiza y aún más peligrosa por culpa del agua. Dominaron la tabla de tiempos los dos McLaren, con Hamilton al frente, Vettel en tercer lugar y Alonso antes que Mark Webber. No sirve ni siquiera de referencia porque todo el trabajo de ayer fue bajo la lluvia cuando las previsiones para hoy y para la carrera de mañana dicen que la jornada se desarrollará en seco.