Media docena de intervenciones de Javi Varas, entre ellas un penalti parado a Leo Messi en el minuto 95, acabaron con la racha de victorias del Barcelona en el Camp Nou y también con el liderato de los azulgranas.

Varas fue el héroe de un Sevilla ultradefensivo que desactivó el juego del Barça desde el primer minuto. Con Negredo y Perotti lesionados y Kanoute en el banquillo, al Sevilla encontró argumentos de sobra, si no los tenía ya, para colocar el autobús ante el todo poderoso Barça. Y lo hizo a la perfección, especialmente en la primera mitad: presionando la salida del balón de los azulgranas sin hacer una sola falta en los primeros 42 minutos y enmarañando el centro del campo para obligar a los de Guardiola a fabricar su fútbol siempre por fuera.

Marcelino armó dos líneas muy juntas que impidieron al Barça combinar en la mediapunta. De este modo, obligó a Adriano y Villa a actuar muy pegados a la línea de cal y Messi a vivir totalmente aislado en 20 metros a la redonda. El técnico del Sevilla ganó la partida al del Barça en esos primeros minutos hasta el punto que Guardiola tuvo que renunciar a su 3-4-3 inicial y recuperar la defensa de cuatro mediado el primer tiempo. El Sevilla, que solo había llegado en un chute de Navas que Valdés envió a córner, había sobrevivido al Camp Nou en una meritoria primera mitad.

El Barça salió a por el partido tras la reanudación. Sin la precisión quirúrgica de otros días ni la magia habitual de un poco inspirado Messi, lo porfió casi todo al gran momento de Iniesta, quien pegado a la banda izquierda intentó sembrar el caos en la defensa hispalense. El centrocampista albaceteño, Villa y Messi probaron fortuna antes del cuarto de hora, pero sus remates o no encontraban puerta o se encontraban una vez más con un inmenso Javi Varas.

El último cuarto de hora se le hizo muy largo a los de Marcelino. Guardiola ya había metido a Pedro y Cesc en el campo y el público del Camp Nou salió en rescate del equipo: una vaselina de Iniesta, un remate de Messi..., los locales lo intentaron todo. Hasta que en el tiempo añadido, Fazio derribó a Iniesta cuando éste se plantaba solo frente a Varas. Iturralde González señaló penalti, pero Messi tardó casi cuatro minutos en tirarlo. Primero hubo una tangana con agresión de una desquiciado Kanouté a Cesc incluida que le costó la expulsión al delantero sevillista. Luego llegaría el paradón de Varas, que adivinó la intención de Messi y rechazó su zurdazo ajustado al palo izquierdo.