A primera hora de la mañana, antes del comienzo de las carreras del Gran Premio de Malasia, se confirmó que el español Marc Márquez (Suter) no podría disputar la carrera de Moto2 como consecuencia del fuerte golpe que se dio en la primera vuelta de los primeros entrenamientos libres del viernes.

Tanto el piloto como el equipo intentaron por todos los medios estar en la carrera malaya y así fue que no hizo ningunos entrenamientos libres y en los oficiales apenas dio tres vueltas para conseguir una que le clasificase.

Ayer, con casi dos días de descanso, Márquez se sintió mejor pero tras el control médico, en el que le explicaron los problemas de sufrir el denominado "síndrome del segundo impacto", de manera consensuada equipo, piloto y médicos decidieron que no corriese.

Stefan Bradl tenía a su alcance ganar el título mundial de Moto2, pero para ello debía ganar. Desde la salida, Stefan Bradl se puso al frente de la carrera, superado inicialmente por el suizo Thomas Luthi (Suter) y ellos fueron los que con el paso de las vueltas se acabaron distanciando de sus rivales, entre los que destacaron los hermanos Espargaró, Aleix (Kalex) y Pol (FTR), que acabó subiendo a la tercera posición del podio.

Durante buena parte de la carrera fue Bradl el que marcó el ritmo en la misma y no fue hasta el decimoséptimo giro cuando Luthi tomó la iniciativa y le superó.

Bradl reconoció después que dejó hacer a su rival para estudiarlo y saber donde pasarlo para cerrar todos los huecos y ganar una carrera que le daba el título. Pero no le dio tiempo, la caída del español Axel Pons (Kalex) una vuelta después obligó a mostrar bandera roja y dar por concluida la carrera al quedar el piloto en medio de la pista.

Tal y como indica el reglamento la clasificación final se establece en función de la última vuelta que dan todos los pilotos, en este caso la decimoséptima, en la que Thomas Luthi era el líder, razón por la cual el suizo le amargó el título al alemán pero consiguió su primera victoria en Moto2.