El Barcelona se desquitó del empate ante el Sevilla en el Camp Nou con una pírrica victoria por 0-1 ante el Granada, que acumula seis partidos sin ganar y seguirá una semana más en puestos de descenso. Un solitario gol de Xavi de falta directa a la media hora permitió sumar los tres puntos a un conjunto azulgrana que tuvo muchos problemas para romper el buen entramado defensivo de los andaluces.

El Granada, que acabó muy enfadado con la actuación arbitral, terminó soñando con el empate, pese a que jugó casi todo el segundo tiempo en inferioridad numérica por la expulsión de Jaime y acabó con nueve jugadores al ver también la roja Dani Benítez en el añadido, y apenas creó peligro a Valdés en todo el encuentro.

Guardiola dejó en el banquillo a Iniesta y Villa devolviendo al once a Maxwell y Busquets y apostando por el canterano Cuenca, que estuvo poco lúcido. La primera parte cumplió el guión previsto: los andaluces agazapados en su campo, esperando al rival muy juntos, y el esférico casi siempre para los azulgranas, que lo movieron con menos fluidez que en sus mejores tardes.

Eso no impidió que Messi, Cuenca, Xavi, Pedro, con la cabeza, y hasta Abidal probaran a Roberto en la primera media hora, antes de que Xavi firmara el 0-1 (minuto 33) justo cuando el Granada estaba empezando a quitarse los complejos y a querer tener el balón.

El gol llegó en un perfecto lanzamiento de falta desde la frontal del área que el capitán azulgrana colocó en toda la escuadra lejos del alcance de Roberto. El choque no varió tras el tanto, ni en lo que quedaba de primera mitad ni en la segunda, marcada al principio por la expulsión del local Jaime, que tenía una amarilla por protestar y dio un patadón a Maxwell, y por la lesión de Pedro, que abandonó el campo tras un choque con Siqueira en el que el árbitro ni pitó falta.

Con el Granada en inferioridad numérica, Messi, muy apagado todo el encuentro, estuvo a punto de romper su minisequía goleadora pero Mainz sacó en la línea de gol el balón tras superar por alto a Roberto. En la última media hora apenas ocurrió nada, salvó la expulsión en el tiempo añadido de Dani Benítez, con el Barcelona durmiendo el partido y sin crear casi peligro y el Granada con más fe que juego intentando asediar a Valdés, que vivió una noche plácida.