Salomão se bajó del avión el viernes de regreso de Cartagena más reservado de lo que por sí ya es habitual en él. Al contrario de la explosividad que transmite en el campo, sus movimientos fuera de él son más pausados, hasta el punto de que casi pasa desapercibido. Aquel día no quiso hablar de lo que le había ocurrido la noche anterior durante el partido, cuando unas molestias obligaron al entrenador a sustituirlo antes del descanso. En su lugar se marchó a toda prisa con el médico del club hacia un centro hospitalario para conocer el alcance de la lesión.

Todos dieron por hecho que el extremo portugués se perdería el partido de esta tarde ante el Girona e incluso que permaneciera de baja las próximas tres semanas debido a una rotura muscular. Todos, incluido el entrenador, le dieron por perdido para los próximos compromisos. Sin embargo, el entrenamiento de ayer por la mañana, el último de la plantilla antes de disputar el partido ante el conjunto catalán, guardaba una sorpresa en forma de comparecencia inesperada.

Algunos habían calificado de "milagro" la posibilidad de que Salomão pudiera estar disponible para jugar ante el Girona, caso del entrenador, José Luis Oltra, quien el viernes por la mañana lo incluyó entre las bajas seguras para el partido. Su nombre, sin embargo, apareció ayer en la lista de 18 jugadores confeccionada por el técnico para el partido de esta tarde en Riazor.

La presencia del portugués confirmó lo que se había visto minutos antes sobre el césped de los campos de entrenamiento de la ciudad deportiva de Abegondo. Salomão completó la sesión junto al resto de sus compañeros con normalidad y participó en todos los ejercicios, incluido el partidillo final. Además, para confirmar su plena disposición, el club lo incluyó a última hora -inicialmente estaba prevista la presencia de Saúl en la sala de prensa- entre los jugadores que comparecieron ante los medios de comunicación para analizar el duelo ante los catalanes. "Me sentí perfectamente, en condiciones. No sentí nada", confirmó el futbolista ayer cuando le cuestionaron sobre su sorprendente recuperación. "Me siento capaz", respondió sobre la posibilidad de comenzar de inicio el partido de mañana, alimentando más la señales contradictorias sobre lo que le ocurrió.

Desde el propio club, las informaciones sobre el estado físico del portugués ya habían sido poco esclarecedoras. Las primeras exploraciones de los servicios médicos fueron poco esperanzadoras en cuanto a su participación en los próximos compromisos del equipo. Después, sin embargo, la entidad retrasó la publicación del resultado de las pruebas médicas que le habían practicado al jugador. Ayer al mediodía, al término del entrenamiento, el club comunicó que el portugués tan solo había sufrido una sobrecarga en la zona del pubis que no le impedirá participar en el encuentro.

Entretanto, el jugador espera seguir al nivel de sus últimos encuentros, lo que incluso le podría haber valido para que el seleccionador portugués se fije en él. "No tengo información sobre eso. Si es verdad, estoy muy contento", dijo ayer, fiel a sí mismo.