Visitó el Pabellón de Maristas uno de los más firmes candidatos al ascenso y entre la entidad del rival y las dificultades para entrenar de las coruñesas, que siguen con una plaga de lesiones, casi se esperaba una derrota segura. Pero las chicas dirigidas por Rubén Vázquez dieron la talla y sólo cedieron por cuatro puntos ante el Universidad de Salamanca. "En los tres años que llevo entrenando nunca nos habíamos quedado tan cerca", se lamentó el entrenador. La clave estuvo en los minutos finales de un partido tan igualado. A dos minutos para el final las visitantes ganaban por un solo punto. Y a uno y medio para la bocina las herculinas tomaron la delantera, también por un único tanto. Pero ya no volvieron a anotar. Eso, unido a dos errores defensivos graves, propiciaron cuatro puntos fáciles a las salmantinas, que continúan invictos.

Antes de eso, el Maristas había conseguido hacerlo casi todo bien. En el primer cuarto las locales entraron muy enchufadas, sobre todo en el aspecto defensivo, para frenar al todopoderoso conjunto universitario, que se quedó en doce puntos por los 16 de las coruñesas. En el segundo cuarto continuó el buen trabajo del Maristas, que llegó a tener una máxima renta de ocho puntos, aunque al final, al descanso, llegaron ganando por tan sólo cuatro.

Fue el tercer parcial el que se atragantó al equipo colegial. La zona planteada por el Universidad de Salamanca fue una vez más demoledora para las coruñesas, que no supieron atacarla y cuando dispusieron de lanzamientos claros desde la línea exterior no consiguieron anotarlos -solo marcaron un triple en todo el encuentro-, se quedaron en siete puntos y las castellanas dieron la vuelta al marcador. A pesar de todo, el Maristas seguía con opciones de ganar, pero tendrá que esperar a la vuelta para cobrarse la revancha contra uno de los gallos de la categoría.