Yannick Noah, blanco de numerosas críticas por haber acusado al deporte español de dopaje, volvió a la carga al dar a entender que el dopaje en España estaría "orquestado".

Noah hace esta afirmación en una entrevista con el vespertino Le Monde, el mismo que recogió su polémica columna en la que acusaba a los deportistas españoles de tener una "poción mágica", en clara referencia al dopaje.

Noah indica que pensaba "romper el silencio" que reina sobre el dopaje y que aspiraba a tener más apoyos y menos críticas. "Claro que no todos los deportistas españoles se dopan", afirma el último ganador francés de Roland Garros, antes de preguntarse por qué los deportistas franceses tienen peores resultados que los españoles.

Noah reconoce que no tiene pruebas para afirmar que los españoles se dopan, pero sí algunos indicios: "Ese ciclista que come una carne que le ha permitido pedalear más deprisa y que fue absuelto por su federación, esa especialista en el medio fondo arrestada por la policía y exculpada,...". "Mi pregunta es la siguiente: ¿todo eso no está orquestado? Tengo derecho a hacer la pregunta", indica.

El extenista se refiere a la operación Puerto y asegura que el caso fue "acallado" en España y que muchos nombres fueron escondidos. Elegido como celebridad preferida por los franceses, Noah indica que se necesita "más valentía" para romper el silencio en la lucha contra el dopaje y exige más acciones a las autoridades y a las federaciones. "Actualmente tenemos demasiados tramposos que ganan, en España y fuera. Y hay efectos secundarios que nunca encontramos en las portadas de los diarios", asegura antes de narrar "que "hay futbolistas italianos que están gravemente enfermos", "futbolistas argelinos tienen hijos incapacitados" o "jugadores de rugby sudafricanos van en silla de ruedas".

Noah comenta que "el sistema está bien instalado, que tiene redes políticas potentes e intereses económicos considerables". "No comprendo por qué en nuestro país el presidente recibe como un héroe a Lance Armstrong y trata a Richard Virenque como un apestado", asegura.

El extenista señala que en su época de deportista la lucha contra el dopaje era diferente y confiesa que en toda su carrera fue controlado "tres o cuatro veces".