Saúl Fernández nunca había sido expulsado en toda su carrera hasta anteayer, cuando dejó a su equipo con diez a la media hora frente al Levante por la doble cartulina amarilla que le mostró Paradas Romero. En su cuenta de Twitter, el asturiano criticó la actuación arbitral. "La primera tarjeta es por un forcejeo que no es para amarilla", aseguró. En la segunda acción por la que también vio cartulina trató de "frenar la pierna" pero acabó golpeando al adversario. "Creo que es rigurosa también y más teniendo una amarilla", se defendió Saúl. "Con el empate, el partido estaba controlado y con más llegadas claras. Dos faltas muy rigurosas y dos tarjetas -explicó en su cuenta personal-. El árbitro quería compensar (al Levante) por el penalti (el primero de los dos a favor del Dépor)".